Meléndez deposita su confianza en Morante

La construcción de la PTAR, obra anunciada por el ex presidente regional Iván Vásquez como una cirugía dolorosa pero inevitable, sigue y seguirá dando que hablar, ya no solo por los serios cuestionamientos sobre su funcionamiento, hecho por especialistas y no especialistas y por supuesto por personas que no teniendo un mínimo de conceptos técnicos, han satanizado esta mega obra que ha traído grandes problemas al vecindario, que lejos de verla como un camino para librar de la contaminación a las aguas de nuestros ríos, ha sido suficiente motivo para enardecer al pueblo contra su mentor, dándole como castigo una negada nueva elección.
En el presente, la PTAR, es fuente para seguir viendo en ella motivos de acusaciones, enfrentamientos, denuncias y habladurías callejeras de supuestos arreglos bajo la mesa entre el gobierno regional actual y los dueños de las  empresas que tuvieron a su cargo esta y otras obras.
Lo que ha hecho Fernando Meléndez, al designar al abogado Jorge Morante como director ejecutivo del Organismo Público de Infraestructura para la Productividad (OPIPP), es una actitud correcta, porque ahora ese organismo está en manos de una persona que no es afín al movimiento político del presidente regional, sino más bien un conspicuo miembro de la oposición a este gobierno, ya que ha sido hasta candidato a la vicepresidencia por el partido de uno de los detractores de Meléndez, el ex presidente Robinson Rivadeneyra.
Con una persona así en la dirección de la OPIPP, piensa Meléndez, que sabrá encaminar con toda legalidad la función fiscalizadora que debe mantener, sobre todas las cosas, esta entidad para limpiar todo lo mal actuado hasta el momento y esclarecer las cosas y darlas a conocer a la población que merece ser informada sobre el uso de más de ochocientos  millones de soles en una obra que hasta el momento no se sabe si beneficiará a la ciudad de la manera que ha sido concebida.
Se espera que Morante tenga un buen desempeño en el encargo y, que sea para bien su designación, como que la confianza está puesta en su persona. Y eso no se puede defraudar.