“Me quiere mucho a mí”

Es la frase de una canción de la madre, que casi todos los que están sobre la base 40 la cantaron en la etapa de jardín y primaria: «Yo tengo una mamá, que me quiere mucho a mí»… Esto suena a celestial para miles y miles de niños que han tenido la dicha de estar bajo los cuidados de una madre abnegada.
Y estando cerca al Día de la Madre, queremos traerlo a la reflexión, porque si bien en el mundo existen miles de millones de madres dedicadas con verdadero amor a sus hijos, en las últimas décadas estamos siendo testigos a través de las noticias o de hechos de nuestro entorno, que no necesariamente hay mujeres-madres que tengan esa condición de abnegación.
Por supuesto que estamos hablando de seres humanos que con sus errores y aciertos sacan adelante a sus hijos, sea o no, con la responsabilidad compartida con el padre, muchas veces afrontando todo solas, pero como en esta viña del Señor encontramos de todo. Es importante que en los colegios se repare en los niños que carecen de ese verdadero afecto.
Y es que en el transcurso del día, en casi todas las instituciones educativas habrá actividades festivas, recreativas, deportivas, veladas literarias, las famosas «actuaciones» como se dice todavía, las que se realizan en el patio de los colegios; entonces, identificar a los niños tristes porque sea que la mamá falleció o no tenga el cariño por separación de sus padres u otra temática, creemos que es importante tomar atención especial hacia ellos.
La vida no nos puede dar todo. Lo que uno tiene otro no. Y así podemos ir dándonos cuenta que algo siempre falta. En el tema de cariño también es así. Si no tenemos el amor de madre, estará el del padre, o de la abuelita, o de la tía, o de alguien que hace sus veces, y que en felices situaciones lo hace tan igual o mejor que una madre biológica.
La idea es saber e ir descubriendo desde pequeños que en nuestro alrededor hay muchas situaciones felices, que si nos negó la vida algo, que si tenemos un vacío sentimental, existen otras gentes, vivencias, sentimientos muy valiosos que pueden equilibrar nuestras emociones.
Que el concepto de inteligencia emocional llegue a las aulas, lo que contribuirá a una vida psíquica y físicamente, más saludable. Nadie debe sentirse menos porque algo le falta, sino, valorar y disfrutar de todo lo bueno que tiene a su paso.