La democracia, el demopoder y el demosaber.

Por: Juan Soregui Vargas

Durante siglos nos han enseñado una mentira universal: que existen países que viven en democracia, que el Perú es una república democrática. En la práctica esto es  una falacia en la que hemos estado sumergidos para estar acorde con el sistema. Si examinamos bien la historia de los gobiernos del mundo, del país y, especialmente de la Región, concluiremos que no existe el gobierno del pueblo ni siquiera en las sociedades, ni en las hermandades, ni en los grupos religiosos (aquí todo dizque es por fe, por dogma, por imposición tiránica de conceptos para dominar al hombre)

Y, no existe porque la gran masa que sigue, a veces como carnero, a los mentirosos de hoy y de siempre, no está bien informada, no sabe nada de nada y cuando va a las grandes asambleas a «debatir» ciertos temas, lo único que hace es levantar la mano para votar lo que ya está decidido. Con la pobre información que tienen los que asisten a las reuniones «democráticas», en donde son manipulados con el verbo  de expertos vendedores de sebo de culebra o  magos en transformar la verdad en mentira, es imposible que exista democracia.

Se observa en los sindicatos, se observa en los partidos y movimientos políticos, se observa en los comités de los pueblos jóvenes, se observa en las comunidades indígenas (aquí es más grave, porque existen personas ya capacitadas en diferentes partes del mundo que fácilmente pueden lavar el cerebro a sus paisanos y tener una votación «democrática»  para conseguir sus fines y, luego a la guerra)  Es que también existe lo que los estudiosos de la conducta humana  llaman los vampiros mentales. La principal causa de esta falta de democracia  es aquella adicción, es aquella enfermedad de los hombres que quieren tener el poder por toda la eternidad. Se sienten bien cuando tienen poder, porque eso les permite obtener lo que no pueden conseguirlo de manera normal. El maestro Jaime Cisneros, dice que la mayoría de los políticos no quiere gobernar para mejorar el bienestar del pueblo, sino para tener poder.

Poder para manejar los medios de comunicación, poder para manejar a sus bellas asistentes, poder para manejar al sistema administrativo de todas las instancias, etc. A los que nos gobiernan les interesa que la mayoría de la población permanezca en la oscuridad de la ignorancia. Es por eso que en estas elecciones necesitamos elegir personas que propongan y que ejecuten proyectos que mejoren el conocimiento, la educación y la información de la gente, especialmente de los que menos recursos tienen. Hasta ahora no hemos escuchado propuestas de este tipo, salvo la realizada por el equipo que lidera la señora Mirna Villacorta que ha obtenido un importante avance con el programa de vamos huahuito a la escuela y la descentralización de la educación y la formación de empresas con mujeres con apoyo de cooperación técnica nacional e internacional, entre otras actividades pro activas.

Al iniciar estos periodos de gobierno regional y nacional se expresó que la educación y la investigación en ciencia y tecnología serán la base del desarrollo productivo. Mentira, porque con el correr de los meses no sólo no se apoyó a los organismos de investigación de la región, como el Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana, que tiene importantes logros en acuicultura y en ordenamiento territorial, sino que se les ha cercenado el presupuesto. Es que no se dan cuenta que los países desarrollados sólo han podido ser lo que son por haber dedicado grandes esfuerzos económicos a la investigación, especialmente la aplicada (en este sentido es necesario, también, hacer una buena selección de investigadores y no burócratas de la investigación)

El maestro Marco Aurelio Denegri expresa, como muchos de nosotros, que no habrá democracia, en tanto el pueblo no esté debidamente educado, bien informado, de tal manera que pueda tomar la decisión conveniente en las asambleas. Es decir el demo saber, el gobierno de la sabiduría.

Hasta que llegue esa era seguiremos como reza Desmond Morris, en su libro ‘El mono desnudo’,  perteneciendo a los animales que sólo desean saciar su hambre, su sed, sus instintos sexuales, y, yo agregó a esto: cubrir las nuevas necesidades impuestas por la sociedad industrializada y consumista de los países industrializados, sin saber leer ni escribir, como decía mi abuelo, un contamanino anti sistema.