La cultura, nuestra prioridad

Por: Paco Bardales

 

Este jueves, se inaugura en Iquitos uno de los eventos más importantes para el desarrollo espiritual y económico del Perú. Más de un centenar de invitados, de diversos lugares del país, confluyen en nuestra ciudad para asistir al 5° Encuentro Nacional de Cultura.
Un evento de estas características, destinado a reflexionar sobre el estado de la realidad cultural en nuestro país, resulta fundamental para el diagnóstico del desarrollo que tanto queremos, pero no sabemos cómo llegar a él.
Según el Ministerio de Cultura, las industrias culturales y las artes (entre las que se encuentran el Audiovisual, Libros y publicaciones, Diseño, Música, Formación Cultural, Artes Plásticas y Visuales, Juegos y juguetería, y Artes Escénicas) aportaron 3,679 millones de soles y un porcentaje de 1.2% al PBI, así como la generación de más de 100 mil empleos.
Este número, que parece prometedor, sin embargo, viene acompañado de un largo proceso de tiempo. Sin ir muy lejos, en el caso cinematográfico, la producción de películas peruanas pasó de 5 a casi 30 en una década. La asistencia de los peruanos a ver cine se ha triplicado. Las ferias del libro son un verdadero éxito, tanto de asistencia como de ventas, incluso mayores que los eventos gastronómicos. Las visitas a sitios turísticos, arqueológicos y museos ha crecido notablemente.
¿Qué hay en todo esta dinámica? Cultura, sí, pro también una movida educativa, social y económica. Condiciones para alianzas sostenibles y sólidas entre creadores, empresarios encargados de reflexionar, definir y promover las industrias culturales, así como acercarlos a sectores privados que apuesten con decisión.
La labor del Estado como coordinador y promotor es fundamental (hablo del Estado no solo como Mincul, sino, sobre todo, de gobiernos regionales y locales) Sin ir muy lejos, en países donde se invierte más en políticas culturales, como Argentina, Colombia y – en menor medida – Chile y Brasil, el aporte de las industrias creativas alcanza hasta el 6% del PBI.
Iquitos necesita un shock de inversiones. Necesita ponerse a andar. La lucha por darle lauros y triunfos en el campo artístico no solo puede ser asunto de los gestores y artistas. Los niveles de competitividad loretanos son deficitarios. Pero, en medio de este marasmo, resulta interesante creer que la cultura (de la mano del turismo) puede aportar sobremanera en revertir la tendencia y recuperar la línea ascendente.
Acá hay un esfuerzo titánico de planificación, hecho de modo serio, analítico, constante y a largo plazo. Las principales autoridades deben sentarse en una mesa con los gestores y decidir acciones concretas respecto de políticas culturales. Necesitamos presupuesto, claro que sí, pero también necesitamos reglas claras y calendarios. Necesitamos dinamizar la burocracia con entes dedicados en forma exclusiva al rubro, tales como Gerencias o Patronatos. Necesitamos dar el ejemplo si hablamos de descentralización, que todo lo que pase incluya a las provincias y distritos de la región, no solo a Iquitos. Se debe promover y defender el patrimonio material e inmaterial de la ciudad, pero en ello promover la inclusión y la igualdad. Se necesita afianzar la infraestructura y la oferta de actividades, que las iniciativas no terminen por apolillarse en oficinas sin brío ni acción.
Yo invito a las autoridades, a los entes académicos, a las personalidades, a los miembros de la sociedad civil, a quienes pueden decidir a no dejarse dominar por la modorra y por la falta de visión. Asistan al Encuentro Nacional de Cultura, con actitud. Los invito, pero también les exijo. No dejen ir esta oportunidad. Quizás sea una de las últimas que tenemos para hacer lo correcto. Pensemos con inteligencia, sensibilidad, pensando en el futuro sostenible de un pueblo rico como el nuestro, tanto en memoria, identidad, talento, con oportunidades para mostrar y desarrollar desde la propia Amazonía. De ustedes también depende.