La corrupción nuestra…

Escuchaba la lectura de una noticia que venía desde México sobre un alcalde que admitió públicamente que “robó solo un poquito” de los fondos del Estado y que volvió a ser elegido como alcalde y dije ¡queeeee! ¿wats? ¿qué es? Y es que todos somos corruptibles y en nuestro haber tenemos un acto de corrupción, así sea “un poquito” y este testimonio sirvió para que un buen porcentaje de electores se sintiera identificado con la figura de la corrupción nuestra de cada día.

Entonces podríamos tener la teoría de que existieran micro-corruptos, pequeños-corruptos, grandes-corruptos y mega-corruptos. Y qué dice la Real Academia Española sobre el significado de Corrupción: Es la acción y efecto de corromper (depravar, echar a perder, sobornar a alguien, pervertir, dañar).

En otro sentido, la corrupción es la práctica que consiste en hacer abuso de poder, de funciones o de medios para sacar un provecho económico o de otra índole. Se entiende como corrupción política al mal uso del poder público para obtener una ventaja ilegítima.

Entonces si miramos nuestra vida cotidiana desde las acciones “más inofensivas” podría enmarcarse como corrupción el daño que hacemos a la comunidad cuando arrojamos semillas de alguna fruta a la vía pública que irán en perjuicio de la salud pública y de las barredoras municipales que tendrán que esforzarse más para recoger desperdicios regados. Esto es corrupción.

Si nos acercamos a una oficina a realizar un trámite y para que nos agilicen el proceso ofrecemos “una gaseosita” al responsable de la gestión y que para eso le paga su entidad, es la figura de soborno y el que accede ha demostrado que es corruptible. Esto es corrupción. Y el que paga “una platita” para que su pago por algún servicio se acelere, está cometiendo un acto de corrupción. Y el que cobra un porcentaje para “dar el visto bueno” a la realización de una obra, obvio, es corrupción. Entonces aquí estamos todos desde los chiquititos hasta los vejetes. ¿Qué hacer? ¿Cómo salir de esto? La conciencia de cada uno tiene una respuesta.