La buena nueva de Francisco

– Una entrevista exclusiva al papa Francisco, comentada por todos los medios periodísticos del mundo

Por: Adolfo Ramírez del Águila.
Docente de Educación Religiosa

El pasado lunes 19 de agosto, los muros de la casa residencia del Papa Francisco en Santa Marta, fueron testigos de una exclusiva entrevista que diera el Papa a la revista jesuita “La Civilta Cattolica”. El diálogo, considerada ya como la entrevista del año, fue destacada por casi todos los medios del mundo, y lo podemos encontrar en la red utilizando simplemente el buscador Google y escribiendo: “Entrevista al Papa Francisco en PDF” y tendremos en nuestras manos, las 27 páginas más impactantes de una entrevista transcrita a manera de relato.

En nuestro país, el diario “La República” publicó el texto íntegro de la entrevista en las ediciones de cada día durante una semana, por ser muy amplia. Este diálogo con el Papa, permite por primera vez, conocer sistemáticamente el pensamiento teológico y pastoral de nuestro primer pontífice latinoamericano. Recomendamos leer la entrevista completa; sin embargo, nos tomaremos el atrevimiento de resaltar algunos aspectos de este diálogo apasionante y retador:

Jorge Mario Bergoglio, el pecador.- Con la sencillez ya característica, se autodefine como “un pecador al que el Señor ha dirigido su mirada” y se compara con el publicano Mateo que fue llamado por el Señor para ser su discípulo, no siendo merecedor de esa dignidad pero elegido con amor, no por sus méritos sino por la profunda misericordia de Dios.

Bergoglio, el jesuita.- Hombre indisciplinado nato que, sin embargo, eligió la congregación religiosa llamada Compañía de Jesús, más conocida como los jesuitas, por tres motivos: su carácter misionero, la comunidad y la disciplina. De los tres, el Papa resalta el carácter comunitario de la congregación y declara: “sin gente no puedo vivir. Necesito vivir mi vida junto a los demás”. Ahora entendemos, por qué no aceptó vivir en la residencia papal rodeada de sirvientes, cual monarca, y más bien prefirió ir a vivir en una humilde habitación de Santa Marta, junto al calor de la gente que trabaja.

El Papa del discernimiento.- Frente a los cambios que pregona y que acciona, define su pontificado como un momento de discernimiento que va a requerir de tiempo para que sea verdadero y eficaz. “el discernimiento se realiza siempre en presencia del Señor, sin perder de vista los signos, escuchando lo que sucede, el sentir de la gente, sobre todo de los pobres”. Recalca, que en su modo de gobernar y frente a una decisión, es mejor decidir dos veces para evitar el mínimo de error.

Su pedagogía de gobierno.- Su primera escuela de aprendizaje para gobernar, fue cuando siendo un cura muy joven, asumió el cargo de Superior de los jesuitas y posteriormente como Arzobispo de Buenos Aires. Actualmente como Papa, muchos asesores le recomiendan que no consulte demasiado y decida, a lo que contesta: “consultar es muy importante” y plantea, que para gobernar según la voluntad de Dios, no bastan las consultas formales, sino hay que hacer las respectivas consultas reales para cada caso. Por ello, convocó hace poco a un grupo de ocho cardenales para ser su Consejo Pastoral; la prensa ya lo bautizó como el G-8 eclesial.

Una Iglesia, Pueblo Santo.- “Nadie se salva solo, como individuo aislado, sino que Dios nos atrae tomando en cuenta la compleja trama de relaciones interpersonales que se establece en la comunidad. Dios entra en esta dinámica popular… cuando el diálogo entre la gente y los Obispos y el Papa sigue esta línea y es leal, está asistido por el Espíritu Santo”.  Agrega, que la iglesia tiene que ser fecunda, con ministros consagrados capaces de dar vida espiritual, verdaderos padres y madres, no solterones ni solteronas. Una Iglesia, más que capilla encerrada en sí misma, debiera ser un hospital de campaña tras una batalla, que cure las heridas y de calor a los corazones. Una Iglesia que sea Evangelio puro, que en primer lugar reforme las actitudes antes que las estructuras. Una iglesia que acoja a los pecadores sin ningún tipo de injerencia espiritual en la vida personal de cada uno, sanando las heridas sociales de los homosexuales, los divorciados vueltos a casar, los que han abortado y se han confesado, etc.

La Mujer en la Iglesia.- “Es necesario ampliar los espacios para una presencia femenina más incisiva en la Iglesia” El Papa propone, elaborar una teología profunda de la mujer, y rechaza una ideología machista para darle el rol que le corresponde tanto en la Iglesia como en la sociedad. Deja entrever, la posibilidad del sacerdocio femenino cuando medita: “afrontamos hoy este desafío: reflexionar sobre el puesto específico de la mujer incluso allí donde se ejercita la autoridad en los varios ámbitos de la Iglesia”.

Manifestación de Dios en la historia.-”Dios se manifiesta en una revelación histórica, en el tiempo. Es el tiempo el que inicia los procesos, el espacio los cristaliza…lo nuestro es poner en marcha procesos, más que ocupar espacios” y por lo mismo, en esta actitud contemplativa de Dios en la historia, plantea que no hay que pretender las certezas absolutas, todo lo contrario, hay que tener siempre un margen para la incertidumbre, para la duda; nadie es infalible: “si uno tiene respuestas a todas las preguntas, estamos ante una prueba de que Dios no está con él”. La certeza dogmática más clara que tiene el Papa es: “Dios está en la vida de cada persona”.