Iquitos: 147 años de peruanidad.

Comenzaba  el año de 1864, enero para ser más exactos,   cuando la ciudad que emergiera de la cultura Iquito, recibiera el espaldarazo más determinante de parte del gobierno del Generalísimo don Ramón Castilla y Marquesado, quien  como presidente del país firmó la ley que creaba el puerto fluvial de Iquitos, decidiendo que para manifestar la soberanía  del Perú sobre el río Amazonas, se construyeran cuatro naves de diferente calado para recorrer el inmenso territorio acuático heredad del país y manifestar la propiedad ancestral que evidenciaba tal acto.

Iquitos desde entonces, de la mano con  la Marina de Guerra del Perú y el empuje de su gente iba alcanzando un considerable avance urbanístico y comercial, perfilándose como una ciudad de avanzada, gracias a la mística puesta de manifiesto por sus autoridades que cuidaron tenerlo como meta de una variada gama de  actividades, tanto empresariales como culturales, cuidando darle características de una urbe moderna y pujante.

El poblado fue creciendo hasta convertirse de un incipiente poblado en 1864 a una ciudad  importante en 1868. Es así como sus autoridades se dirigen al supremo gobierno solicitando   la capital del departamento de Loreto  para Iquitos, cosa que se cumple el 28 de septiembre de 1868 con un decreto supremo firmado por el presiente José Balta; y en el que se  declara a la ciudad de Iquitos como capital del departamento de Loreto.

Es pues el cinco de enero de 1864, fecha de un comienzo que ahora nos presenta una ciudad que es el resultado de trabajo y esfuerzo de sus hijos y de todos los peruanos que vinieron de distintos puntos del país y del mundo, a convivir en paz bajo el cálido sol amazónico.

Aquí bien cabe recordar que en 1851 el gobierno había firmado un tratado de libre navegación por el Amazonas, entre el Perú y Brasil. Esta libre navegación nos costó  entregar al Brasil  el gran triángulo entre la actual frontera con dicho país y la boca del río Caquetá.

De inmediato se determinó que nuestra Marina de guerra, estableciera una base  de operaciones en algún punto cercano a las confluencias de los ríos Marañón y Ucayali; y se optó por Iquitos. Fueron los presidentes Rufino Echenique y Ramón Castilla, los primeros en preocuparse por iniciar la presencia peruana en nuestra Amazonía, hasta los días actuales.