Inundación y educación

Gran preocupación causa el saber que más de 80 centros educativos de nuestra región no han iniciado las labores escolares correspondientes a este año porque los locales de estas escuelas están inundados.
Y, hasta donde se sabe, la inundación irá bajando hasta el 15 o 20 de junio, es decir máximo un mes más. Eso no puede menos que ser motivo de intranquilidad y malestar tanto en padres de familia como en maestros y alumnos que son los directos afectados.
Los primeros por los gastos efectuados para equipar a los hijos con todo lo que necesitan para ir a la escuela, los maestros porque van a tener que acelerar sus clases para cumplir con el plan curricular y los niños que no van a tener descanso y van a tener que estudiar mañana y tarde.
A esto se suma el hecho de la evaluación y la contratación de los maestros para zonas rurales, los que recién irán a sus puestos de trabajo, unos cercanos y otros demasiado lejanos. En suma, una tragedia por donde se mire.
Pero no solo está en reprogramar las actividades educativas para alcanzar los objetivos trazados, sino también tener entre el currículo educativo temas que realmente le interesan al educando de esta región, a quien primero le enseñan lo que es un león y sus hábitos de vida, pero nunca saben cómo se debe racionalizar la caza en nuestra selva para el sostenimiento de la familia o de la comunidad sin llegar a depredar la fauna cazando indiscriminadamente o talando los árboles para enriquecerse fácilmente, lo que tarde o temprano nos llevará a un medio ambiente depredado, inhóspito e inhabitable.
Esto debería ser una permanente y constante preocupación de nuestras autoridades educativas regionales para que Lima no siga imponiendo lo que sus especialistas, que nunca han estado en la Amazonía, vengan a obligarnos a impartir a nuestros niños una educación lejana de su realidad, de su entorno, de su modo y ambiente de vida.
Abrigamos la esperanza que algún día llegaremos a tener un especial calendario de actividades educativas para las zonas rurales de Loreto, respetando a la naturaleza.