Inseguridad en salud

A los centenares de trabajadores afiliados a la CGTP que han realizado protestas públicas, paros y cierta base del Sutep huelga indefinida (Cusco), se van a sumar en medidas de protesta parecidas otros sectores laborales como las integrantes de la Federación de Enfermeras del Ministerio de Salud que iniciará una medida de lucha indefinida el próximo 7 de agosto, por mejoras remunerativas.
En esa línea de mejoras en las planillas seguirán los médicos del Seguro Social EsSalud, por lo menos lo han planificado para concretar medidas de lucha escalonadas dentro de 30 días es caso que la dirección ejecutiva de la institución no resuelva sus demandas.
Ellos reclaman mayor inversión para mejorar la infraestructura hospitalaria, equipamiento médico, mayores recursos humanos, así como medicamentos y otros. Un denominador común es el tema de los salarios que se mantienen sin incrementos significativos dada la recesión que vive el país.
Aunque esto suene contradictorio, exigir mejoras económicas en un momento de una economía desacelerada y con la expectativa del gobierno de buscar formas de mejorar esta situación que se vio agravada por los gastos para afrontar al fenómeno natural del “Niño Costero” y la inusual, durísima e imprudente para los intereses nacionales, del comportamiento fiscalizador con cierta torpeza del grupo mayoritario fujimorista del Congreso de la República.
En ese contexto se presentan las protestas laborales que también nos revelan una ineficiente atención de prevención de conflictos sociales por las instancias responsables. Esta responsabilidad asumida por el gobierno de turno, pero también en los gremios se tendrían que invocar ciertos criterios para la realización de medidas de protesta, cuyas demandas puedan quedar fuera de soluciones inmediatas. En esto se observa responsabilidad compartida.
Es que cuando se experimenta ser oficialismo y ser oposición, se puede analizar que la solución a grandes problemas del país van ligadas a políticas de Estado que se mantienen inamovibles desde hace varias décadas.
Esto tiene que ver con la visión de país y los pasos que se tienen que ir dando para lograr objetivos y metas, que si bien están trazadas, no articulan, por ejemplo, con algo fundamental que son los presupuestos asignados para encaminarnos hacia el cumplimiento de los mismos. Si esto no cambia, seguiremos dando pasos adelante y pasos hacia atrás, y viceversa.