En todo proceso productivo para desarrollar acciones tendientes a elaborar bienes y servicios para la comunidad interna y para la exportación se puede observar, principalmente, fases definidas para tener éxito como individuo, familia, o empresa.
Por ejemplo, si yo quiero dedicarme a la piscicultura de peces amazónicos, entonces debo seleccionar un buen terreno, con buenas características del agua que alimentará al estanque donde voy a criar mis peces, identificar a mis compradores tanto en el mercado interno como en el internacional, implementar un sistema de manejo y alimentación de excelente calidad para mis peces, construir una buena infraestructura para el procesado en sus diferentes tipos y para el almacenamiento del producto que voy a ofertar de manera competitiva.
Es importante, muy importante destacar que nada de esto va a funcionar competitivamente si no tenemos una energía eléctrica, barata y buena y de esta manera y aplicando los medios que se emplean para acercarse al mercado nacional e internacional, cerrar el círculo exitoso de la empresa individual, familiar o de sociedades.
Estas cosas son muy importantes, además, por lo que se lee en el libro del abogado Cornejo Sifuentes sobre responsabilidad social, económica y ambiental, especialmente en este rubro lo que hace más competitivo al producto. Importantes no sólo en cuestiones industriales sino en las cuestiones individuales.
Por ejemplo en el caso del manejo de nuestras pesquerías amazónicas, existe una vocación de trabajo conjunto entre los que orientan las cuestiones normativas y de leyes como es la DIREPRO, los programas de investigación y los empresarios en sus diversas formas, incluida la banca estatal y privada.
En nuestro medio, desde hace décadas padecemos de uno de los males de este proceso productivo, aunque algo se ha adelantado en cuestiones de acuicultura, es decir que no contamos con una buena infraestructura para el desembarque de pescado, de procesamiento, de almacenamiento y en cuestiones de piscicultura ornamental se ha adelantado algo con el trabajo conjunto de las diferentes instituciones públicas y privadas como son la DIREPRO y los armadores pesqueros y exportadores de peces ornamentales y criadores de estos.
La preocupación por implementar esta fase básica del proceso productivo, como otras importantes, se ha dado en planes de desarrollo pesquero y en la actualidad esta gestión de jóvenes profesionales y técnicos que vienen dirigiendo los destinos de esta dirección se encuentran abocados a conseguir los recursos necesarios y suficientes para construir infraestructura moderna para el procesamiento del producto hidrobiológico, pero, es opinión personal, se debería centrar en cuestiones que tengan impacto en las cuestiones de seguridad alimenticia, para luego o en forma paralela desarrollar programas de exportación con productos de calidad. Tecnologías existen en cantidad, lo que se requiere es que los empresarios y los gobiernos locales, regional y central apoyen la construcción de este tipo de infraestructura que mejorará la calidad de vida de los pescadores y el consumidor podrá tener acceso a un mejor producto.
Hay mucho camino por recorrer en este sentido, pero, es necesario continuar con los programas que se hicieron antes y que se están retomando con mucha fuerza y perseverancia en esta gestión liderada por David Panduro y sus muchachos. Esperamos no más que las acciones sean integrales y sin amiguismos, es decir que se piense en el hombre común y corriente y no en los posibles beneficiarios del partido gobernante porque todo se vendrá abajo, hasta la auto estima y especialmente el dinero que es del pueblo. Esperamos que las gestiones del señor Panduro, tengan el éxito que se espera en el marco contextual de una verdadera región competitiva y que el ejemplo se multiplique por toda la región, en un trabajo conjunto con los del IIAP, los empresarios pesqueros y otros comerciantes de estos productos que ya son tradición en nuestra región, de esa manera crecer social, económica y con responsabilidad ambiental, como lo manifiesta el señor Cornejo Sifuentes.
