Hambre y desnutrición en Loreto.

Obviamente, Loreto como la región más extensa del país,  es vista con supremo  optimismo por el resto e la población peruana, que cifra sus expectativas en la visión un poco soñadora de la realidad que se vive sobre todo en el ámbito rural,  donde millares  de niños nativos y de las zonas ribereñas y fronterizas, se desarrollan afrontando múltiples amenazas contra su salud y desarrollo, propiciado por una desnutrición galopante que es producto de la desidia y poca o ninguna atención      brindada por los estamentos designaos para solucionar siquiera en parte, la falta de atención que requieren los que viven marginalmente e ignorados por quienes tienes la obligación de impedir que tales hechos sucedan.  Investigaciones recientes dirigidas a establecer un   aprovechamiento de tanta riqueza, pero duele decirlo, al parecer un orden adecuado en la utilización de la  riqueza nutritiva natural, podría  evitar en gran medida el índice de desnutrición, sobre todo en los poblados alejados de Iquitos, como Balsapuerto, Andoas y Cahuapanas.

Sin duda aquí se gesta una interrogante que obliga a una  respuesta categórica, ¿como en una región con tan variadísimas especies vegetales, nutritivas y medicinales, así como también animales, la población infantil adolece de una desnutrición galopante?.

Con cierta lógica la respuesta podría ser la que tímidamente dejan sentir algunos auxiliares de salud, quienes aseguran todo se debe a una consecuencia de la desnutrición, provocada por la presencia de una parasitosis severa, que no admite que el cuerpo humano, sobre todo el de los niños,  asimile los alimentos que ingiere.

Ante  tal información, lo natural es colegir que los bichos devoran todo lo que ingiere el ser humano, creando así una cadena de desnutrición que puede provocar la muerte de la persona atacada por tales especímenes.

Requerir una acción agresiva del gobierno regional en procura de ubicar con personal adecuado, módulos de instrucción en poblados  y caseríos de la región, que debidamente fiscalizados y apoyados en sus mínimas necesidades, puedan enseñar a conjurar en un tiempo adecuado el problema de la desnutrición. Complementar   asimismo a la entidad directamente comprometida con una solución adecuada como es la dirección de salud y sus diferentes organismos, es urgente,  pero al parecer el problema se agudiza por una deficiente logística materializada en la falta de unidades móviles, así como de insumos medicinales apropiados para combatir dicha carencia.

Creemos que el Gobierno Regional y las Municipalidades comprometidas en el tema, bien pueden coordinar esfuerzos y desarrollar un plan de acción que permita una solución inmediata al problema antes mencionado.