Fuera de aulas

El lugar común de los estudiantes son las aulas donde los docentes imparten las enseñanzas, pero ante la falta de ellos, a los alumnos no les queda otro camino que salir de las aulas y gritar a los cuatro vientos que quienes tienen que solucionar esta carencia dan la espalda y no buscan alternativas. Es más, recibieron un rotundo no, según lo hicieron público.

Es lo que vienen viviendo los universitarios de la Escuela de Antropología de la Universidad de la Amazonía, nuestra primera casa de estudios, que en ciertos temas se ve aplastada por sus problemas y se muestra impotente de gestionar soluciones académicas como el caso que estalló ayer con la toma del local administrativo de la Facultad de Educación, de donde deriva la especialidad antropológica.

Luego de la bulla mañanera, el rector los citó para una reunión, a donde acudieron las autoridades de la Escuela, se entiende en el ánimo de retomar la búsqueda de alternativas, de encontrar una solución. Según se dijo, no hay presupuesto. Es posible, pero, al parecer llegó el momento de tocar puertas, de buscar aliados, de gestionar convenios. Las universidades no caminan solas, menos solo con lo que tienen, eso lo sabemos todos.

Los estudiantes de Antropología han mostrado no solamente las ganas de estudiar, sino la valentía de hablar de una carrera poco comprendida y valorada, además que no genera ingresos propios como ocurre con otras carreras denominadas más comerciales; sin embargo, en esto creemos que están equivocados, es cuestión de abrir el horizonte y constatar que los necesitamos en diferentes campos del desarrollo.

Una vez más, las autoridades universitarias deberán comprender que no están en el lugar para administrar lo que tienen, se trata también de buscar fuentes de financiamiento, de promover la generación de necesidad de profesionales, de espacios que por desconocimiento o mezquindad les son negados. A gestionar, señores, más allá de los escritorios.