Evitemos pelearnos con nuestros hijos adolescentes. Porque cualquiera que gane, los dos perdemos.

Por: Luís Roldán Ríos Córdova rioscordova2010@hotmail.com

II PARTE.

En realidad quienes desesperan a los padres no son los niños, sino, los adolescentes que fueron víctimas de nuestros errores como padres, algunos por ser hijos únicos (varón o mujer) otros por ser el único varón entre varias hijas mujeres o viceversa, algunos por que fueron recuperados de alguna peligrosa enfermedad y otros por que simplemente los padres son consentidores o sobre protectores.

Decíamos que los adolescentes tienen su propia individualidad, su particular manera de pensar que van estructurando desde ya su propia personalidad que no se puede ni  se debe controlar arbitrariamente. No manejaste adecuadamente su niñez más vale que aceptes las cosas como vienen y los tomes como son o perderás definitivamente a tus hijos. Entendiendo que no debemos mantener el control absoluto del destino de nuestros hijos adolescentes, aceptaremos que no lo podemos intentar cuando vemos que se rebelan aparentemente sin razón, el camino es persuadir muy inteligentemente y con el debido respeto el cambio de lo que ellos consideran su decisión, por lo que sólo queda hacerle notar que deben experimentar y asumir las consecuencias de sus actos, o tomar las oportunidades que sus padres les ofrecen para reflexionar, recapacitar y cambiar de decisiones que satisfagan a ambos.

RECUPEREMOS AL HIJO ADOLESCENTE REBELDE Y PROBLEMÁTICO

En primer lugar aceptemos que la rebeldía del adolescente es natural y por ser natural es bueno. Si, es bueno que nuestros adolescentes sean rebeldes. No es lo mismo un adolescente rebelde que un adolescente problemático, por si acaso.

Te ofrezco algunos consejos para revertir la conducta del hijo adolescente problemático:

_ Deja ahora mismo de cuestionarle, criticarle y juzgarle.  Le estás diciendo que eres el padre perfecto y él sabe que eso no existe.  Parte de lo real no de lo ideal.

_ Si nunca lo haz hecho. Comienza ahora mismo a hacer reunión de familia. Busca un caso cualquiera (que no sea él) invítale a estar presente y pídale su opinión,  deja que sea él quien sugiera la solución. Eso le hará sentirse útil y  valorado en su ego.

_ Recupera la  confianza de tu hijo varón. No es tarde. Tarde será siempre lo que se deja de hacer. Vayan los dos solos a pie a algún lugar a tomarse una gaseosita, ponle el brazo sobre el hombro mientras caminan, háblale de futbol, de chicas, de lo que ocurre con el cambio climático, en fin, lo que quiero decir es que busques conversación mientras lleguen a donde van a servirse la gaseosa. Entre charla y charla pregúntale cómo se siente, qué piensa  de la vida a su edad, qué espera de ella. Sólo escúchalo aunque lo que te diga te parezca espantoso. No lo critiques, no lo juzgues, dile que parecen interesantes sus ideas. Llegado el momento pregúntale qué opinión tiene de ti como padre,  que te diga en qué estas errando. Pídale que te ayude a superar esos «errores»  puesto que tienes deseos de entenderle como hijo y  que él te entienda como padre.

_ Con calma hazle ver los peligros a lo que se expone al seguir tal o cual camino. Dile que tú sabes eso no por que el papá es más inteligente que el hijo, sino, por que tu edad te ha dado muchas lecciones que él podría capitalizar, sin sufrirlos.

_ A manera de conversación demuéstrale que como padre tienes derechos que ellos deben respetar así como ellos quieren también ser respetados.

._Dile que en la casa, tú eres el jefe del hogar como él va a ser jefe en el suyo y que hay normas que  tienen que acatar todos los que ahí moran incluyendo al papá. Debe entender que no puede haber dos jefes en la casa y que no se puede reclamar los derechos sin cumplir los deberes.

_ Impone tus criterios con interrogantes sin respuesta, deja que la a respuesta revolotee  en su conciencia. ¿No te parece que mejor sería así…? ¿Qué te parece si lo…..?  Eso le da oportunidad de reflexionar y tomar sus propias decisiones sintiéndose respetado. No impongas tus criterios por que eres el papá, eso le invita hacer la contra por capricho.

_ Si todo esto no funciona (muy difícil que ello ocurra) sin insultos ni gritos, invítale a tomar una decisión entre dos opciones.  Se queda a vivir en la casa bajo las normas del hogar o se va de la casa a donde quiera  asumiendo las consecuencias de sus  decisiones.  Dale toda la noche para pensar. Al día siguiente que te comunique su decisión.  Nunca permitas que te vean llorar, las lágrimas no conmueven a los adolescentes problemáticos. Si decide quedarse será una bendición para todos por que él mismo ha tomado la decisión, nadie le ha obligado. Si decide irse es muy probable que tengas un hijo pródigo, prepara el mejor becerro para celebrar.

Para terminar. No todos los hijos responden por igual a la crianza ni acertada ni equivocada.  Los hijos problemáticos no nos salen por mala suerte ni por herencia. Ni siquiera criar hijos con  Biblia en la mano garantiza que  vas a tener hijos buenos por que eso está sujeto a la voluntad del adolescente de decidir si le conviene seguir el ejemplo religioso dado o ir tras de sus propias preferencias.

Considera que no podemos aislar a nuestros hijos  completamente de la influencia de una sociedad mundana por que el niño no estará siempre encerrado en el ambiente hogareño controlado y protegido, más bien eso le ayudará a no estar preparado para enfrentarse a las realidades de la vida fuera del hogar.

Por otro lado, los padres estamos obligados a enseñar valores a nuestros hijos desde que nacen por medio del ejemplo. Los niños cariñados serán cariñosos, los niños respetados serán respetuosos, los niños amados serán amorosos, del mismo modo los engañados serán mentirosos, los agredidos serán violentos…. ¡Vamos papá, comienza ahora!