Por: Alexci Igor Chong Ríos (1)
Analizar el comportamiento económico subyace a aceptar que la objetividad y racionalidad con que se enfoca los problemas tienen base axiológica, es decir llevan una carga de valores y posturas ideológicas impregnadas por el propio analista o investigador. Incluso analizar los datos es riesgoso, ya que estos datos deberían reflejar lo que sucede en la realidad y esta realidad son Hechos y los Hechos muchas veces son constructos del hombre (de ahí los hechos estilizados) que distan de la realidad. Digo esto, porque la ciencia económica como ciencia social carece de precisiones, propio de su naturaleza..
Esto me hace recordar a un destacado compañero de clases, economista y profesor de Econometría en una prestigiosa universidad en Lima (a quien con cariño le decimos el karl popper de la clase), indica: “Muchas veces nos echan la culpa a nosotros los economistas de los problemas que ocurren en la economía; sin embargo, cuando algo sucede y buscan explicaciones, recurren a nosotros”.
A la luz de los hechos en nuestra economía nacional, vemos que el BCR y el MEF no sufren de abulia crónica, por el contrario el BCR a través de reducciones en el encaje y tasa de referencia busca inyectar liquidez al sistema bancario. Por su lado, el MEF también abre el caño y ha reducido el impuesto a la renta de 30 a 28% con tendencia a 26% con el objetivo que las empresas reinviertan sus utilidades, reducción en impuestos a la gasolina, así como a las personas que se ubican en el régimen de cuarta y quinta categoría que ganan más de 2,200 soles, se reducirá el IR a 8%. Se observa que la finalidad, asociada a los anteriores paquetes de reactivación económica, es la de una política expansionista mesurada, de dotar liquidez al público y estimular la inversión privada.
Las discusiones de qué políticas macroeconómicas es mejor para el país, no tiene consenso, distan de una escuela a otra y las recetas aplicadas son pequeñas dosis de distintas medicinas para un paciente que requiere con urgencia ser intervenido de emergencia. Entonces, nos damos una vuelta y vamos a escuchar a aquellos que apuestan por el país: Los empresarios. A través de CADE acordaron: Los bancos se comprometieron a llegar más a zonas rurales, las AFP formar fideicomiso en apoyo a la construcción, capacitar a funcionarios relacionados con la agro exportación y apoyar a los pequeños productores para ser mas competitivos, capacitar a 20,000 docentes que empiezan a laborar y aquellos recién nombrados, apoyo del sector minero a 10 centro poblados en temas de conectividad e internet y remediación de 5 pasivos ambientales, en turismo 3 de los diez atractivos turísticos se conviertan en productos, entre otros. Existen buenas intenciones conjuntas de impulsar la economía y salir del estancamiento.
Sin embargo, la economía requiere una diagnosis y una prognosis que analice más a fondo las variables exógenas, aquellas que estando dentro del modelo (intrínsecamente) no dependen del modelo, ya que están determinadas fuera de éstas. Nos referimos a nuestro alicaído capital humano. Se viene utilizando el producto de la ciencia económica que es la política económica, como si los instrumentos por sí solo van a generar resultados esperados de crecimiento y como consecuencia, desarrollo. Pero, quién garantiza que en política monetaria mayor liquidez a los bancos se refleja en bajar la tasa de interés y cobertura del crédito? Algún alumno aplicado de Economía dirá: Oiga, pero los agentes económicos son racionales. Y si son racionales porque cobran elevadas tasas de interés. Es cierto que un negocio de baja productividad (como la mayoría de empresas en el país), si no genera excedentes no puede pagar intereses, pero también es real que ningún negocio o país del mundo, en el mediano y largo plazo, puede pagar intereses superiores a sus tasas de crecimiento. El crecimiento es el único que puede pagar los intereses, y si no hay crecimiento hay que bajar las tasas de interés, tal como lo hace cualquier país del globo que se ve amenazado por la recesión. El problema es que dejamos a los bancos hacer las cosas bajo el supuesto de que son racionales, tan absurdo concepto incrustado en la mente de los economistas clásicos y versículo en la enseñanza universitaria de hoy en día.
En línea a la crítica que realizo, que la política económica per se no es suficiente, los mecanismos de control son insuficientes y el Estado es ineficiente muchas veces en el diseño del mismo. Por citar solo uno: siete programas sociales como el Vaso de Leche, Cuna Más, Pensión 65, Programa Juntos, SIS, etc. demandan al Estado un gasto cercano a 2,400 millones de soles (sin considerar el gasto al aparato burocrático), esto equivale cerca a 1% del PBI. Mientras que los gastos que el Estado destina a investigación y desarrollo es de tan solo 0.15% del PBI (Bolivia está por encima de nosotros).
Miremos las condiciones de competitividad, aunque Krugman, discrepa del concepto de competitividad, considerando una forma poética de referirse a la productividad (http://www.ehu.es/Jarriola/Docencia/EcoInt/Lecturas/krugman_ competitividadES.pdf) los componente que usa el Foro Económico Mundial para medir la competitividad son: el índice de tecnología, instituciones públicas y entorno macroeconómico. Retrocedimos en el presente año al puesto 47 de 186 economías. Y dentro de la competitividad del país ni que hablar de nuestra región Loreto que el presente año viene ocupando el último puesto, producto de sus malos resultados en variables como educación e infraestructura.
Ministros formados en universidades norteamericanas con catecismos y credos distintos al nuestro, con modelos de realidades distintas y recetas copiadas, sin conocer la cultura de nuestro pueblo, pretenden alcanzar los 100 metros en piscinas y escenarios completamente distintos.
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(1)Ingeniero y Magister en Finanzas por la UNAP. Actualmente cursando un Doctorado en Gestión Económica Global en la Universidad Mayor de San Marcos. Docente universitario en cursos de Finanzas Corporativas.
