Escritura primate

Las teorías de la evolución del mundo nos indican que con el paso de los siglos, de las décadas, de los años, en sí, que con el paso del tiempo somos capaces de ser mejores seres humanos, mejores personas, mejores profesionales de la mano con los conocimientos científicos que, entre otros objetivos, buscan mejorar nuestra calidad de vida, lo que implica mejorar nuestras posibilidades de comunicación.
Una de estas formas de comunicación que es la escritura, mediante la cual se han transmitido historias, conocimientos, sentimientos, y todo cuando el hombre y la mujer necesiten para articular en la vida; en los últimos años viene sufriendo una involución por obra y gracia paradójicamente de la evolución de los conocimientos informáticos a través de las redes sociales.
Para ello, todos o casi todos en algún momento hemos contribuido sea por el apuro o por la idea de “reducir” las palabras, hasta “transformarlas” para expresarnos más rápidamente. Y tenía que ser nuestro acucioso escritor y premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, quien traiga el tema a lo público con su estilo crítico.
El Nobel ha dicho: “Con las redes sociales corremos el riesgo de llegar a un mundo de monos”, algo así como regresar a una especie de escritura primate de garabatos, figuras y trazos que comunican algo con un mensaje impreciso para que el receptor lo reciba e incluso lo interprete de la forma que mejor le parezca.
Así de la forma como se escribe en las redes, Vargas Llosa comentó: “Es espantoso, es la negación de la literatura, mi esperanza es que la literatura prevalezca, sino corremos el riesgo de llegar a un mundo de monos”. Dijo estar horrorizado por la forma en que se ha deformado el lenguaje en las redes sociales.
Sin embargo, el Nobel se mostró optimista respecto a que la literatura se imponga a este modo de escritura que calificó como semicomunicación. “Yo tengo la esperanza de que la literatura al final sobrevivirá y si no sobrevive, la sociedad del futuro no va ser envidiable ni ejemplar. Puede estar floreciente en técnicas, pero será una sociedad invisible para una persona con sensibilidad y una cierta cultura”.
Acaso nos estamos asomando al inicio de la desaparición de toda forma del buen escribir y comunicarse con precisión y corrección? La preocupación de Vargas Llosa tiene más que sólidos fundamentos y que esperamos esta pésima forma de “abreviar” palabras para comunicarse (principalmente), se corrija y no alcance a otras escrituras como la de nuestras lenguas amazónicas que también se expresan en las redes. ¡Dios salve a la Escritura con sus correctas construcciones!