Escolares contamaninos

Con toda la indignación que solo la sangre nueva puede hacerlo, a fin que sean escuchados por el centralismo iquiteño para que tome las acciones pertinentes y quizá hasta sancionadoras, contra los responsables de haber levantado las aulas prefabricadas en la provincia de Contamana, mientras arreglen la anterior infraestructura del colegio «Valentín De Uriarte», donde imperdonablemente se gastaron más de 2 millones de soles en una obra mal hecha.

 

A través de la alcaldesa escolar Olga Álvarez, los más de 200 alumnos han anunciado que están dispuestos a protestar en masa acompañados por docentes y padres de familia para que no los sigan tratando de manera indigna. Y hay que darlo por hecho que así será, es conocido que los jóvenes a nivel mundial -hoy más que nunca- están dispuestos a protestar porque se les brinde una mejor calidad de educación, Chile, España, etc. son una clara muestra de lo descrito.

 

Sin embargo,  en Contamana pedir una mejor educación es -por ahora- «pedir peras al olmo» porque ello depende de todo el sistema impuesto a nivel nacional, mucho más en la olvidada selva donde la DREL hace lo imposible por cumplir con el currículo anual, más la calidad y motivación depende de los maestros que envueltos en una situación de desgano ante el poco reconocimiento del Estado, hacen lo que pueden, ya que ni siquiera reciben una capacitación adecuada para avanzar en lo que un día aprendieron en la universidad o instituto. Mucho menos son reconocidos en el aspecto económico.

 

Es por ello que en estos instantes los alumnos de Contamana saben que no pueden rebelarse ante ese sistema injusto, impuesto desde la capital, pero a lo que sí no están dispuestos es a que los sigan haciendo estudiar en una infraestructura inadecuada, mucho más cuando conocen que hace pocos meses el gobierno regional destinó 200 mil soles para la buena ubicación de las aulas prefabricadas a fin que estudien en condiciones dignas.

 

Desde Contamana la JUVENTUD estudiantil está a punto de dar una lección de dignidad al salir en marcha de protesta por algo que es justo, pues los recursos del Estado deben servir para mejorar no solo la calidad de vida, sino la calidad educativa de las nuevas generaciones.  Es inaceptable que se hayan destinado primero 2 millones de soles para la construcción de una infraestructura de material noble que luego se la «tragó» el terreno pantanoso donde la levantaron y que luego se vuelvan a botar 200 mil soles destinados de manera directa para tan solo levantar las aulas prefabricadas que antes pertenecieron al CNI, cosa que tampoco hicieron bien.

 

El haber leído las declaraciones de la joven alcaldesa escolar Olga Álvarez, trajo a la mente la frase expresada por un desaparecido político de arraigo popular: «Los jóvenes a la obra y los viejos a la tumba», aunque la misma expresión suene un tanto cruel a los oídos de muchos.