Errores de redacción y de edición en el periodismo

Hace dos meses, asistí a un templo evangélico y el pastor con la convicción que lo caracteriza nos comentaba sobre Jonás y la ballena y la fe. Subrayaba una y otra vez la siguiente frase:  Jonás había sido tragado por una ballena, un gran pez.
Vino el recuerdo de mis estudios de biología y, busqué en la santa palabra de la biblia la frase. La ballena para los que escribieron esta parte era un pez. Lo cual no es cierto, ya que este animalito es un mamífero cetáceo.
¿Dios se equivocó? No, fueron los hombres que escribieron esta parte del antiguo testamento. Como es un libro para educar, los niños, adultos y jóvenes que lo leen dicen que la ballena es un pez y, eso no es verdad. Mis hermanos de la iglesia son tan fanáticos que me miran mal cuando insisto con lo de mamífero, no quieren rectificarse a pesar de las evidencias. Cuando llego al culto dominical me dan sus espaldas y se alejan porque creen que soy ese cuernudo y rabón que anda botando candela y azufre.
En el 2003, esperaba en el aeropuerto Jorge Chávez.  El vuelo que me llevaría a Texas,  USA, y, para entretenerme leía una entrevista que Mario Vargas Llosa, hacía a una familia en Irak. Todo iba bien, hasta que me fijo en un párrafo que decía: el padre de familia a quien entrevistaba sudaba a chorros igual que todos nosotros, el ventilador no funcionaba por falta de luz. ¿Cómo? Pensé. Busque en mi cerebro algunos conceptos de física y encontré que no era la luz lo que hacía funcionar al ventilador, sino la corriente eléctrica. Es decir don Mario había cometido un error de concepto publicado a nivel mundial. Idem, ha sucedido con otros escritores y periodistas,  incluido el incomparable GABO.
Como expresé ayer en mi artículo, existen pocos comunicadores sociales que pueden descifrar los jeroglíficos de los investigadores y promotores y, por otra parte estos  envían con errores garrafales lo que quieren comunicar, llegando a tergiversar la información, confundir y en el mismo espacio en que laboran contradecirse.
En el caso de la acuicultura, hemos trabajado en la promoción de la piscicultura en el campo y en el gabinete en  todos los niveles desde 1978, y observamos que esta actividad nunca estuvo inactiva, nunca se desactivó, siempre estuvo creciendo poco a poco, superando los cuellos de botella como la producción de alevinos de manera inducida, determinación sexual de paiches, cultivo de paiches, producción de alimento vivo, producción de alimento balanceado, etc.  y en todos estos aspectos ha intervenido el programa Aquarec del  IIAP y otras instituciones públicas (DIREPRO, ONG, etc.)  y privadas (como en el caso de Yurimaguas).
El tema es que los investigadores de nuestro querido IIAP, parece que se han inmovilizado en todas las áreas, igual que los promotores.  Ya no existen resultados nuevos que publicar y por eso se observan notas con fotos de directivos con chinos, bolivianos, arequipeños, que es más que todo protocolar y, que no tiene nada que ver con el instituto y otros organismos.
Por lo tanto, con los 20 millones de alevinos que se producirán y que se han venido produciendo hace años  y los otros 10 millones de acuicultores privados,  amén de  aspectos como la capacitación permanente y fondos económicos y comercialización, no se va a REACTIVAR la acuicultura, sino se FORTALECERÁ con el concurso de todas las instituciones públicas y privadas.
El otro punto y que siempre  hemos sugerido a nuestros amigos del IIAP, verbal y por escrito, y de otras instituciones, es que se dediquen solo a investigar y generar paquetes tecnológicos que sirvan al pueblo y empresarios, y que de la difusión nos encarguemos los independientes, periódicos, semanarios y revistas (pagando por supuesto)   u otros especialistas en comunicación que conozcan cómo llegar al pueblo.
Si van a dictar clases en las universidades, firman convenios con municipalidades, ¿a qué hora investigan? dice el pueblo.
Como comentó hace dos años la secretaria de transferencia de tecnología de CONCYTEC, nosotros nos dedicamos a generar paquetes tecnológicos validados y los especialistas que se encarguen en difundir. Tal como lo hace Tomás Unger.
En resumen, todos cometemos errores, por lo tanto, venga de donde venga, la acuicultura no tiene que ser REACTIVADA  sino REFORZADA. Dios los bendiga.