El pueblo francés decidió

  • El ‘ballotage’ entre la extrema derecha y el centrismo político:

 

Por: Adolfo Ramírez del Aguila.
Docente de Educación Secundaria

 

 

El centrista Emmanuel Macron (39 años) se enfrentó a su rival político la ultraderechista Marine Le Pen (48 años) y obtuvo una holgada mayoría en la segunda vuelta electoral, celebrada en Francia. El popular y muchas veces cuestionado presidente saliente François Hollande, dejará la posta al joven Macron, quien fuera su ministro de economía.
Después de una tensa primera vuelta, el pasado mes de abril, el pueblo francés favoreció a dos candidatos para el definitivo balotaje de ayer domingo. Los ojos del mundo, estuvieron centrados en el proceso electoral de este país galo, con similar intensidad al ‘Brexit’ o a la elección de Donald Trump. Críticas situaciones como el terrorismo internacional creada por el Estado Islámico, la permanencia o no en la Comunidad Europea, la crisis migratoria en Europa, la toma de decisiones sobre la participación de Francia en las guerras de Irak y Siria, etc. fueron los grandes temas que se debatieron con mucha pasión, no exenta de enfrentamientos verbales entre los dos candidatos.
Finalmente, ayer domingo, dos opciones aparentemente diferentes, se pusieron al veredicto de la decisión popular: entre el social liberal Emmanuel Macron, del joven partido “En Marcha” y la ultra liberal Marine Le Pen del “Partido Nacional”. Un centrista y una ultraderechista, un candidato europeísta defensor de los derechos civiles y otra candidata antieuropea, racista y xenófoba pusieron en vilo al mundo entero. Francia alberga en su historia, los momentos más cruciales de la historia universal, como la revolución francesa (1789) y la firma del acta de rendición de Alemania (7 de mayo de 1945) que dio por finalizado la Segunda Guerra Mundial.
En sus primeras palabras como virtual presidente de Francia, Emmanuel Macron muy sereno y nada triunfalista, agradeció a sus votantes y el electorado en general por el apoyo brindado, y prometió no traicionar a los principios elementales defendidos por Francia, por lo que significa para Europa y para el mundo entero. Prometió combatir al terrorismo internacional dentro y fuera de su país, invitó a su contendora perdedora a unirse para continuar ejecutando el proyecto nacional hacia una Francia responsable y moderna.
Pese al cuestionamiento que se le pueda hacer a la democracia, es por ahora, quizá uno de los sistemas más civilizados en el mundo para la renovación de los más altos cuadros en el poder. Los pueblos de la humanidad desde tiempos antiguos, ensayaron diversos métodos para elegir a una autoridad pública. Hubo una época que primó la teocracia, y se utilizaba a Dios para designar al alcalde o al rey; se creía ingenuamente, que todo poder venía del cielo: Teo=Dios, cracia=poder (poder que emana de Dios). Hasta que la humanidad evolucionó y hoy en día es imposible creer que el presidente de la república deba ser elegido por Dios; lo elige el pueblo: demo=pueblo, cracia=poder (poder que emana del pueblo).
Lo que ha sucedido en Francia, aparentemente no debería importarnos a los selváticos. Un asiduo lector de mis escritos, me preguntó sobre el tema de mi próximo artículo; le contesté: sobre las elecciones en Francia. Me dijo que había otros asuntos más importantes que reflexionar, como la corrupción de las autoridades locales y regionales, el pésimo servicio de los servicios públicos, e incluso sobre el acoso sexual de los profesores a sus alumnas. Me sugirió no meterme en los temas internacionales y mejor aterrizar en los temas locales.
Lo sucedido en el pueblo hermano de Francia, sí nos debe interesar. Somos ciudadanos de esta aldea global y lo que se decida en Estados Unidos, en China o en Francia como en este caso, afecta directa o indirectamente en el destino de nuestro país. Los loretanos por ejemplo, siempre hemos mantenido una relación amigable con el pueblo de Francia, prueba de ello es la presencia de la Alianza Francesa en Iquitos, un centro de intercambio franco-peruano, donde se enseña el elegante idioma francés y se realizan actividades culturales de alta calidad.
Que Dios padre de todos los pueblos, bendiga al pueblo francés y a todos los proyectos de vida que se reactualizan siempre que hay una elección. Que Dios padre de la historia, ilumine a las nuevas autoridades franceses y europeas para que actúen con responsabilidad ética frente al calentamiento global, el grave problema de los migrantes, las guerras en el Medio Oriente, el terrorismo internacional, la crisis económica de las grandes mayorías y el corrupción política de los funcionarios de gobierno.
Que Dieu bénisse le peuple de France (Dios bendiga al pueblo de Francia) Amén.