“El encuentro fue muy positivo, todos somos iglesia”

  • Monseñor Olaortúa habló sobre sobre el encuentro entre el gobierno y los indígenas en Saramurillo
  • Ante los ojos de Dios somos iguales

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Los indígenas consideraron que la intervención de la iglesia era fundamental y necesaria en el diálogo con los representantes del gobierno central en Saramurillo. Es por esa razón que solicitaron la mediación del Monseñor Miguel Olaortúa, que sin pensarlo dos veces acudió gustoso.

“Hubo una comisión nombrada por el gobierno central y yo estaba incluido en esa lista a petición de los indígenas que querían que el obispo hiciera de mediador entre las partes. Fue una experiencia profundamente enriquecedora para todos, yo sí conozco un poco la zona porque estuve en la parroquia Santa Rita de Castilla y en algunas comunidades más lejanas. Sí creo que la delegación que vino de Lima ha marchado muy enriquecida con este encuentro de cultura.

En la reunión hubo de todo, momentos emocionantes, cálidos y de mucha tensión. Ha pasado por todos los sentimientos pero al final lo que ha quedado es la sensación de un trabajo bien hecho y una profunda gratitud hacia los hermanos indígenas que han cumplido su palabra. Ellos dijeron desde el principio que velaban por la seguridad de toda la comisión, se han preocupado de que no nos pasara nada, siempre hemos estado escoltado por un escuadrón de ellos, te controlaban para que no nos pasara nada”.

– Los acuerdos ya se conocen, satisfecho por eso, monseñor?

Sí, porque 10 minutos antes de que se firme el acta pensábamos que todo se venía al tacho luego de haber hablado dos días, afortunadamente la reunión se recondujo y por lo menos es la primera vez que se han sentado allí las dos partes y que han sido capaces, con mucha tensión, de dialogar algo.

Fue difícil para las dos partes, me di cuenta que hay muchas diferencias culturales que hace no nos entendamos del todo. Ahí se interpreta todo, los gestos, las posturas, el tono de hablar, hay que tener cuidado para no herir y para que te entiendan lo que quieres decir. Este conflicto que se dio con el asesor por ejemplo, hizo que sea tensa en un momento la reunión.

– Toda la delegación pudo conocer la realidad in situ.

Efectivamente, vieron videos del derrame de petróleo. También parece que hubo un mal entendimiento entre los puestos de salud del gobierno regional con la atención a los que están involucrados en el paro, cuando no tenía que haber ninguna diferencia ante una necesidad. Por lo menos yo ya sabía la realidad como iglesia.

– ¿Era una realidad las embarcaciones retenidas con pasajeros en el río Marañón?

Voy a decir lo que sé. Embarcaciones hay, están la petroleras y otra que transporta balones de gas. He sido testigo, con preguntas directas por parte de la delegación, que si estas personas que estaban en esas plataformas tienen que estar ahí o pueden hacer cambios para que el personal se renueve por medidas humanitarias, y en todo momento les dijeron que sí, que no había problema.

Por lo menos en toda la zona que he paseado, no vi ninguna embarcación retenida con pasajeros, más bien observé que pasaban sin ningún problema y nadie se metió con ellas.

– Cómo fue el trato de los indígenas a la delegación.

Les he visto con una actitud de humildad y respeto a la persona y a la dignidad humana, han velado por nuestra seguridad, nos han dado una acogida cariñosa, cordial, de familia. Nos han abierto las puertas de su casa, nos han dado su comida, no han tenido miramientos para nada.

– ¿Es optimista con lo que pueda hacer el Estado a favor de esa zona?

Es un paso el que se dio, por lo menos ya se realizó el diálogo. Se ha producido un primer contacto y se ha firmado un acta de coordinación, ahora ya depende fundamentalmente del gobierno. El río se ha desbloqueado, pero no para las petroleras, durante siete días pero eso no quiere decir que cumplido ese tiempo ya se va a cerrar. Si en estos días aparece la ayuda con agua y alimentos no perecederos, el río estará abierto mientras duren las negociaciones.

Luego se irán negociando los siete puntos para que en su momento el premier o algunos ministros puedan acceder a la zona pero ya con las cosas avanzadas.

– Usted como representante de la iglesia vio cómo se unieron dos costumbres distintas, aunque ante los ojos de Dios todos somos iguales.

Este encuentro fue muy positivo, esas fueron mis palabras finales para todos, para los indígenas, para el gobierno, para el Perú y para la iglesia porque ahí somos todos. El dialogar y el conocerse un poco más es enriquecedor para todos. Rolando Luque y los demás se llevan una impresión de que los indígenas no son tan salvajes ni tan peligrosos, más bien viven con sus costumbres pero son felices a su manera, pero al mismo tiempo tienen grandes deficiencias generadas por el olvido del Estado durante mucho tiempo. (Gonzalo López)