El beso, el beso, el beso…

Vuvuzelas y cerbatanas

Con sabiduría, firmeza y energía, sin perder sobriedad y ponderación, a propósito del proyecto de censura vinculado a la obscenidad en los medios, Jorge Bruce, en su columna dominical, articula un tema coyuntural: Obscenidad, estupidez y censura (El Factor Humano, La República 27/6/2010).

Para el caso, cita textos de quien considera el más erudito en materia de obscenidad, Marco Aurelio Denegri.

En esa suerte, llama reiterada estupidez a la iniciativa de los congresistas y dice, no hay mal que por bien no venga.

Extractos: «¿Todo lo obsceno es pornográfico? No, porque no todo lo obsceno es sexual. Lo pornográfico, en cambio, siempre lo es (…). Además de la obscenidad sexual, existe la obscenidad excretoria, que comprende la micción y la evacuación fecal; y además de la excretoria, existe la obscenidad pédica. Orinar, mear, cagar y peer son actos ciertamente obscenos, habida cuenta de que no sean adecuados los sitios de su cumplimiento». (Recuérdese a los presidentes Piñera, recientemente fotografiado meando contra una pared, o Toledo en el neumático de un helicóptero).

Esto es producto de la cultura, claro está: «Las mujeres de la tribu Musgu, del Camerún, localizan el pudor en el culo; se lo tapan escrupulosamente, pero dejan completamente descubierta la parte anterior del cuerpo». Mientras los tembuanos y los peruanos ocultamos el pene, los masainos, «cuyo miembro es enorme, estiman vergonzoso ocultarlo».

De ahí la dificultad de precisar la obscenidad. Denegri: «No podemos decir esto es obsceno -advierte Bataille-. La obscenidad es una relación. No existe la obscenidad como existe el fuego o la sangre (…) Algo es obsceno si alguien lo ve y lo dice; no se trata exactamente de un objeto, sino de una relación entre un objeto y el espíritu de una persona».

En reciente día próximo pasado, en un marco similar al desarrollado por Bruce; con preocupación mediática y vileza, malicia y prosa de cucufatos homofóbicos, se sostuvo peyorativamente que un candidato a la comuna de Maynas, «no sólo carece de cariño sino de autoestima, y que sin razones ni recursos apela al escándalo para tratar de ganar votos… dando besos a los demasiadamente estúpidos electores». Previo a ello reconocen que el besuqueado lidera las encuestas. ¡Sí!, eso está en blanco sobre negro.

Maquiavélicamente se dice también: «Es una lástima porque muchos de estos candidatos como el mismo joven político Fernando Meléndez que va al Gobierno Regional con el MIL con muchas aspiraciones de por medio, parece no muy a gusto (de lo que se aprecia en los medios nacionales) en la fila de los besucones nocturnos ante la multitud…»

En frase prestada, «rompamos el pacto infame de hablar a media voz». Lo cierto es que se quieren bajar a quien de maduro será el próximo alcalde y con él al gran outsider, el candidato del MIL al GOREL.

Afirmemos como Bruce, no hay mal que por bien no venga.

¿Es obsceno besarse? La respuesta la encontramos en las características del comportamiento humano y hechos conductuales que demuestran la íntima relación entre lo psíquico y lo orgánico.

Ya sea para demostrar afecto, cariño, ternura o amor, un beso siempre será bienvenido… Y es que el beso traduce afecto cuando se entrega con sinceridad.

La música, como parte de la cultura se universaliza. Manuel García Escobar, escribió para siempre «El Beso en España»:

El beso, el beso, el beso en España

lo lleva la hembra muy dentro del alma,

le puede dar usted un beso en la mano

o puede darle un beso de hermano

así la besará cuanto quiera

pero un beso de amor

no se lo da a cualquiera

¿Y los «Besos Brujos» de Libertad Lamarque?

En otro escenario:

¿Son obscenos los besos del Loco Vargas, los de Maradona y el de los jerarcas rusos?

¿Y los que generosamente entrega el candidato a la presidencia Don Jaime Bayly?

La Filematología, es la ciencia que estudia el beso; nos habla de sus orígenes, cómo ha cambiado su significado a lo largo de la historia, los tipos de beso, los elementos que intervienen en éste y las reacciones físicas y mentales que provoca en el ser humano. Es un tema que escapa al puntual objetivo de esta redacción.

Sin modales del César, en el mes morado, más de uno besará la mano del próximo alcalde u otra parte de su anatomía, de pronto la mejilla.

La ciencia del beso estudia sus orígenes

Las investigaciones que se han realizado indican que los registros más antiguos que se tienen sobre este gesto humano datan del año 2 500 antes de Cristo, al aparecer esculpido en las paredes de los templos de Khajuraho en la India.

Así también hacen referencia a sus inicios y evolución en la mujer de Cromagnon al alimentar a su hijo, como una costumbre para demostrar agrado en las tribus primitivas, los besos antes y después durante la vida de Cristo; como una señal para establecer una jerarquía y por motivos de salud o para escoger pareja, incluso hasta como una forma de revelarse.

El beso entre padre e hija, una costumbre que viene de Escocia. El padre besaba los labios de la novia al final de la ceremonia como señal de bendición y deseo sincero de la felicidad conyugal. Posteriormente durante la fiesta, la novia besaba a todos los hombres en la boca a cambio de algo de dinero.

Luego cuando pasa a formar parte del saludo entre familiares y amigos.