El alcalde y los vendedores del Modelo

No está muy claro el inicio, pero dejar que el alcalde se expusiera ante cientos de vendedores del mercado Modelo 3 de Octubre, que reclaman la construcción de un nuevo centro de abastos, ha sido una pésima decisión de la misma autoridad y de sus más cercanos asesores, quienes debieron persuadir a la autoridad edil a renunciar a su deseo de recibir un baño de multitud en la plaza Fernando Lores Tenazoa.

 

Faltó muy poco para que pase a mayores el abucheo del que fue objeto el burgomaestre de Maynas. Es fácil comprender que entre la multitud se pueden camuflar personas ajenas a los intereses sindicales para fomentar el desorden, como también puede darse que a los que convocaron  la protesta se les vaya de las manos el control del comportamiento de sus compañeros de lucha. Entonces, cualquier cosa puede suceder.

 

A esto hay que agregar que los dirigentes sindicales deberían canalizar sus protestas y pedidos por el camino de la cordialidad, de la mesura, del buen comportamiento, como que vivimos en un Estado de Derecho. Apelar a la grita y al disturbio sólo lleva a un distanciamiento abismal entre la autoridad y la población, lo que debería ser al revés para llegar al entendimiento.

 

Nadie está en contra del derecho a la protesta, pero sí al desorden. Todos tenemos en algún momento que expresar nuestras desavenencias con las autoridades, pero para eso hay canales por los cuales se puede llegar a concertar un diálogo y llegar al mejor acuerdo.