Día Mundial del No Fumador

Mañana se celebra el Día Mundial sin Tabaco, fecha establecida a instancias de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para resaltar los riesgos asociados al consumo de tabaco y promover políticas que reduzcan su comercialización. El tema de este año centra su atención en la prohibición de la publicidad, la promoción y el patrocinio de ese producto.

Esto porque si bien se han dado importantes avances a nivel mundial para establecer medidas legales que restrinjan la publicidad relacionada con el tabaco y desincentiven su consumo (como el estampado de crudas fotografías sobre sus efectos en las cajetillas de cigarrillos), todavía falta mucho por hacer.

En efecto, según estimaciones de la OMS, la epidemia mundial de tabaquismo mata cada año a cerca de 6 millones de personas, de las cuales el 10% son fumadores pasivos. Es decir que, anualmente, 600.000 hombres y mujeres atraviesan una terrible agonía antes de morir sencillamente por convivir o trabajar en compañía de uno o varios fumadores.

Por otra parte, las compañías tabacaleras invierten grandes sumas de dinero para sortear, mediante métodos novedosos, las restricciones de publicidad y patrocinio impuestas en numerosos países. Por ejemplo, siempre según la misma fuente, la televisión y las redes sociales se han convertido en nuevos instrumentos con los que la industria tabacalera intenta atrapar nuevos adictos. Para ello financian películas y páginas web para adolescentes en las que aparecen personas fumando. Otra de las tácticas consiste en colocar cigarrillos cerca de los dulces en las tiendas y en supermercados. Incluso algunas tabacaleras promueven la entrega gratuita de cigarrillos a adolescentes en los lugares de ocio.

Estrategias que se refuerzan con el empleo de aditivos (más de 300) para mejorar el gusto y la aceptación del producto, pero también para volverlo más adictivo, según advierte una investigación de la Universidad de California en San Francisco (UCSF). El caso por ejemplo del cacao, que si bien de manera independiente no es nocivo, tiene efectos broncodilatadores, que facilitan el tránsito de los vapores de nicotina en los pulmones para que esa sustancia llegue en mayor cantidad a   la sangre, haciéndola más adictiva. Y por si esto fuera poco, un reciente estudio presentado en PLoS Medicine advierte sobre la manipulación de datos publicados por la tabacalera Phillip Morris en los que se encubría el hecho de que los aditivos aumentan las enfermedades cardiacas y la probabilidad de cáncer.

Como se puede observar, ni los gobiernos ni las organizaciones involucradas en esta lucha contra el consumo del tabaco pueden bajar los brazos, pues tienen al frente una nociva industria de grandes proporciones que despliega un sinfín de estrategias, especialmente entre las nuevas generaciones, para aumentar el número de sus clientes.