Desarrollo para los pueblos indígenas

 

Los indígenas alcanzan una población de más de 370 millones de personas entre más de 5 mil pueblos. Su importancia en el mundo es decisiva, ya que son quienes están en la primera línea de la conservación del medio ambiente del planeta, a quienes, Naciones Unidas, desde 1994, decidió establecer la meta de fortalecer la cooperación internacional para la solución de los problemas que enfrentan en lo relacionado  a derechos humanos, el medio ambiente, el desarrollo, la educación y la salud.

 

En América, la población de los pueblos indígenas logra la cifra de  50 millones de personas. Ellos, los depositarios de la diversidad cultural y principales conservadores de la diversidad biológica del planeta, siempre han sido discriminados, sojuzgados y explotados por la sociedad dominante.

 

En nuestra realidad, en la ya lejana época dorada de la explotación del caucho, se han registrado esclavizaciones de pueblos enteros y monstruosas matanzas perpetradas por parte de los barones del preciado látex.

 

En la actualidad, las comunidades indígenas aún continúan luchando por el reconocimiento de sus derechos, reclamando además la presencia del Estado en salud y educación para sus pobladores.

 

Aún no tenemos en claro un total y efectivo apoyo a lo que debería ser una política de rescate a las potencialidades de la capacidad de los integrantes de las comunidades indígenas de Loreto, que principalmente tendría como prioridad propuestas educativas que incluyan necesariamente su realidad.

 

Por otra parte, está el fortalecimiento de sus organizaciones, donde se debe fomentar la participación de sus hombres y sus mujeres en el trajinar diario de los pueblos y, cómo no, ofrecerles el apoyo decisivo en la protección de sus territorios de los que siempre fueron dueños, de su medio ambiente y de su riqueza cultural.

Ayer se celebró el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, y eso nos lleva a decir nuestra palabra, como un aporte a la preocupación mundial en la protección de quienes siempre fueron los dueños de estas tierras de nuestra América, de nuestro país, de nuestra región.