Democracia académica

Después de muchos años la violencia con rasgos extremos aparece en los ambientes de la Universidad Nacional de la Amazonía Peruana – UNAP, nuestra primera casa de estudios superiores en la Amazonía peruana, a pocos días de realizarse el proceso final de las elecciones de sus autoridades como rector (a) y vicerrectores.

Este enfrentamiento ha dado lugar a que la efectivos policiales ingresen hasta este claustro estudiantil que tiene autonomía; sin embargo, frente a un incidente de proporciones recordemos que la responsabilidad del orden público es de la Policía Nacional del Perú, por tanto se tiene que dar coordinaciones entre ambas entidades a fin de no entorpecer relaciones a sabiendas que en determinados momentos ambos dependen de cada uno.

Para dirigirse a los estudiantes y docentes, las actuales autoridades de la UNAP han tenido que emitir un comunicado exhortativo, donde les recuerdan que se trata de un acto democrático eleccionario y deben respetarse mutuamente, y deben hacer lo propio con los resultados. En caso de no estar de acuerdo, existen los mecanismos reglamentarios, estatutarios y legales para hacer prevalecer algún derecho que consideren fue vulnerado.

Y es que la Universidad y sus ocupantes tendrían que ser el ejemplo de conductas democráticas, deberían darnos cátedra de conductas preparadas y educadas en valores y principios. Es el Alma Mater de una institución y de una sociedad que espera mucho de quienes están adentro y en un tiempo saldrán para aplicar sus conocimientos. Si ellos (as) nos muestran ese nivel, ¿qué podemos esperar de los de afuera?

Nos queda solo en la cabeza que tienen la obligación de devolverle la dignidad y el prestigio a la UNAP, y que no nos digan que hubo momentos peores, que quizás sí lo hubo, pero el tema es la responsabilidad de ser mejores sin compararse con situaciones bochornosas de un pasado cuyo referente atenta contra el coeficiente intelectual.