Del privilegio de las exoneraciones y reintegro tributario

Por: Patricia Elizabeth Donayre  Pasquel

Vivimos en una región privilegiada por la biodiversidad y visiblemente rezagada en su economía y su progreso social. Contradicciones de la vida a la que se suma una más, la política de exoneraciones tributarias que pretendió ser una ayuda para la Amazonía y que se mantiene desde hace muchos años, al igual que los famosos reintegros de los que escuchamos hablar año tras año cuando gente entusiasta y que ama su región y no sus bolsillos lucha en el Congreso por convencer a los legisladores que continúen prorrogándolos. Confieso que no fui ajena a la prédica persuasiva que señalaba que si perdemos exoneraciones y reintegros nos vamos a la M. Que la población se vería perjudicada con el incremento de precios, el mundo se nos vendría encima. En su oportunidad lo defendí bajo ese convencimiento… era el año 2000. Ahora han pasado 15 años, San Martín región hermana renunció a esos beneficios tributarios, y el cielo no se cayó, la gente no se murió, paradojas de la vida no? la región creció y ahora nos guste o no es la región modelo en nuestra Amazonía.
Este año hemos tenido fuertes recortes de ingresos en nuestra región, el petróleo no va más, tenemos que mirar a otras actividades que se pueden desarrollar, nuestra riqueza está en nuestros bosques, nuestra biodiversidad, en su conservación, pero al mismo tiempo obteniendo beneficios económicos de los mismos y para nuestra gente.
Han pasado 77 años, nos dice nuestro amigo Róger Grández, conviviendo con subsidios y exoneraciones. Yo pregunto… Las necesitamos más?  Le pregunto al poblador común, al hombre y mujer de pie, que no cuenta con una empresa privilegiada, usted ha palpado en sí mismo el beneficio de esta política tributaria? Obviamente NO! Es más, hasta se han creado empresas fantasmas y temporales para abusar de estos privilegios. Mientras, nuestra gente sigue sumida en la pobreza, en el desempleo, nuestra región sin mayores recursos para invertir en salud y educación.
En los últimos 6 años según estudios de Prospectiva Económica y Róger Grández, el valor del reintegro tributario para los comerciantes de Iquitos ha sido de 487 millones de soles y en el 2013 el 20% se lo llevaron dos empresas. Si eliminamos estos privilegios saben que pasaría? Que el Gobierno transferiría esos montos  como compensanción por renuncia al reintegro tributario a la región para la ejecución de obras, desarrollo productivo. Así fue en San Martín y así será en Loreto.
Así que desde esta columna pido a los congresistas loretanos, que con responsabilidad y sentido social digan basta ya a la prórroga de exoneraciones y reintegros. Es hora de caminar y crecer con todos y para todos.