De vuelta a las aulas

La celebración del Día del Maestro quizás hizo olvidar por unas horas la realidad de centenares de escuelas en nuestra región Loreto, donde impartir enseñanzas es una dura batalla, por la inadecuada infraestructura, por la condición en la que labora la maestra, por la situación de salud de los escolares en un preocupante porcentaje de desnutridos y anémicos.
Ayer hubo reconocimientos, brindis, regalos, sorteos, ceremonias especiales, fiesta, y otros actos en honor a quienes se esfuerzan por dar lo mejor de sí, en las aulas. Obvio que estamos hablando de los docentes de vocación, los que a pesar del insuficiente salario, se esfuerzan por investigar y preparar su clase siempre buscando la innovación.
Aunque se ha dicho repetidas veces que el Currículo Escolar Nacional, con sus directivas como que limita la adaptación de contenidos de la realidad, en este caso de la selva, a los temas que tienen que desarrollar con los estudiantes. Esto es discutible nos comentaba un docente, porque el maestro puede insertar en la enseñanza el contexto local. Tan solo con salir del aula a dar clases bajo un frondoso árbol, transmite mucho.
Ese docente de ciudad, de las comunidades rurales e indígenas, sigue esperando que se superen dificultades básicas para el mejor desempeño tanto de su parte como de los alumnos. Y esto de qué depende, necesariamente de mejores presupuestos que ayuden a brindar las condiciones básicas incluyendo las nuevas tecnologías con el internet, por ejemplo.
Estas mejorías deben venir eficientemente articuladas entre los sectores involucrados en programas que apunten directa o indirectamente a la educación en todas las regiones del país, y donde nuestra región Loreto tiene también sus particularidades. Sólo una muestra, muchos colegios tienen computadores, pero no pueden funcionar porque no hay energía eléctrica. Cómo es posible que no se coordinó para superar está limitación, sea con un grupo electrógeno, o con un sistema de energía solar que es a la larga más económico, y por tanto sostenible en comunidades bosquesinas.
Estando de vuelta a las aulas, luego de las celebraciones, queremos decirles a los maestros y maestras que estamos juntos en la medida de que así como ustedes aspiramos a una educación de calidad para nuestra infancia. Esta será mejor cuando haya alcance a los servicios básicos de agua segura, tratamiento de las aguas de desagüe y energía, alimentación para los niños y niñas, y opciones laborales para los padres y madres. Y, por supuesto, la reivindicación remunerativa del maestro.