Cuestión zanjada

En nuestro país hay leyes traídas de los pelos, apresuradas, mal concebidas y peor aplicadas. Una de esas es la No. 29649 de creación de la Universidad Autónoma de Alto Amazonas (UNAAA), que dispone que ésta comenzará a funcionar luego de que la Universidad Nacional de la Amazonía Peruana (UNAP) transfiera el personal docente y administrativo y los bienes que posee en Yurimaguas, donde funcionan la Facultad de Zootecnia y Escuelas de otras facultades, desde todo punto lesiva a su autonomía universitaria y a su derecho de propiedad, según opinión del Colegio de Abogados de Loreto, institución que avaló a la UNAP en la interposición de demanda de inconstitucionalidad contra la mencionada Ley, lo que está en trámite en el Tribunal Constitucional.
Eso provocó la reacción de la UNAAA que planteó una demanda contra la UNAP por el incumplimiento de la referida Ley No. 29649, logrando que el Juzgado Mixto de Alto Amazonas ordenara que en un plazo de diez días, se cumpla lo que la Ley ordena. Eso ha quedado atrás, luego del fallo de la Corte Superior de Justicia de Loreto, que suspendió la ejecución de esa medida.
Todo este problema, no habría existido, si quienes propiciaron la Ley 29649, antes le hubieran dotado de un presupuesto para la contratación de su personal docente y administrativo y, el equipamiento de la naciente casa de estudios superiores de la Perla del Huallaga, que tiene todo el derecho de contar con una Universidad, pero sin perjudicar a otra institución de ese rango.
Aquí lo que se quiso hacer es desvestir a un santo para vestir a otro y eso no es correcto, más aún teniendo en cuenta que la UNAP, no cuenta con un patrimonio que le esté sobrando. Nuestra universidad también tiene sus carencias, sus necesidades que por años viene sufriendo como contar con laboratorios de avanzada tecnología donde los alumnos apliquen sus conocimientos y  desarrollen su intelecto con la ayuda de los mecanismos que ofrece el presente.
Felizmente el atropello no ha sido consumado, lo que es una gran satisfacción para la comunidad universitaria y la ciudadanía en general.  Que se cree una Casa de Estudios Superiores para la juventud yurimagüina, enhorabuena, pero que sus promotores no se quieran aprovechar de la coyuntura política para ganarse el favor de una población que merece respeto y que no puede ser manipulada por intereses partidarios o personales, enfrentando a pueblos hermanos.