Consumo de carne procesada: un tema en boca de la gente

Una noticia mundial que está en boca de quienes gustan de exquisiteces, es la publicada por la Organización Mundial de la Salud, que alerta que el consumo de carnes procesadas podría estar enlazado con casos de cáncer de colon y de próstata y que, por tanto, recomienda abstenerse de consumir este tipo de alimento, como prevención.
Entre lo que a nosotros nos toca, carne procesada es la que llamamos «carne del monte». Esa carne proviene de los animales del bosque como sajino, huangana, añuje, majás, mono, venado, armadillo, sachavaca, ronsoco, al ser salados y ahumados, se convierten en carne procesada.
Que sepamos, por la ingesta de estas carnes en toda la población de Loreto, no se han dado casos de cáncer a consecuencia de comer estos productos nuestros.
De esto no se salvan la cecina ni el chorizo que durante años han comido nuestros antepasados y, nosotros mismos. Bien, ni ellos, ni aun la presente generación, está padeciendo de cáncer.
Pero antes de seguir con este tema tan importante ya que toca la salud de la gente, queremos traer a esta tribuna la palabra de un médico, opinión muy centrada,  muy interesante y cae a pelo en el momento preciso. Esta es la palabra del Doctor en Nutrición Humana, escritor y conferencista internacional, Guillermo Rodríguez Navarrete:
«Choca ver la carne en el mismo grupo de cancerígenos que el tabaco, pero eso no quiere decir que tengan que dejar de consumirla radicalmente. La exposición al sol está en el mismo grupo, y no por eso salimos con un burka a la calle, ni bajamos las persianas de 8am. a 8pm.
Quizá lo bueno de todo este revuelo, es que servirá para que algunos coman mejor y que no abusen de las carnes procesadas. Busquen carnes de animales alimentados con pasto y sin procesar, y consúmanla con moderación. Por lo demás, las recomendaciones de estilos de vida saludables siguen siendo las mismas.
La OMS tiene la obligación de clasificar la comida y otros factores en grupos de riesgo. Nosotros tenemos la obligación de usar el sentido común, aunque por desgracia, siga siendo el menos común de los sentidos».