Confusión general

Cada día los ánimos se caldean en las discusiones respecto a la presunta “ideología de género” que insertó en el currículo escolar el Ministerio de Educación y que la ministra del sector ha rechazado su existencia y que más bien lo que vendría ocurriendo es una confusión generalizada, quizás por no haber emprendido una campaña de información para la comprensión del tema.

 

En ello queremos rescatar un escrito que nos llegó y que pertenece, según nos citan, a Carlos Omar Alvarado Rodríguez. Nos parece que resume muy claramente las diferencias que muchos no pueden ver y se adelantan en opiniones y comentarios que más que esclarecer, contribuyen a una mayor confusión.

 

A ver, si todos nos vamos esclareciendo un poco más con lo que Alvarado Rodríguez explica: “No confundir identidad sexual con identidad de género. La identidad sexual esta biológicamente definida antes de nacer y solo puedes ser varón o mujer”. Cierto, nuestra naturaleza nos ha dado las características físicas, o somos hombres o somos mujeres. No hay más. La identidad sexual tiene dos figuras claras.

 

Sigamos: “La identidad de género (masculino y femenino) a diferencia de la identidad sexual se construye y en esto intervienen factores socioculturales, etc. Por eso es importante reafirmarle al niño desde pequeño su identidad sexual y ayudarlo a construir su identidad de género. Aquí los padres debemos jugar un rol preponderante y no esperar que la sociedad termine educando y formando a nuestros hijos”.

 

Cierto no? Los padres y madres, en todo caso o quienes tiene la tutoría del niño, niña o adolescentes, de hecho juegan un papel preponderante. Y como dijo una ex autoridad de rango ministerial, si se tiene que cambiar alguna expresión del currículo educativo que estaría contribuyendo a la confusión, debería de asumirse el hecho, lo más pronto.

 

Y parece que la confusión parte de la interpretación de la parte que refiere a “construir su identidad de género”.  Y muchos interpretan que ese construir incluye a la opción sexual de una persona, vale decir, el ser o no ser gay, lesbiana y otros.

 

Entonces, es importante que el ente titular de la educación del país, brinde elementos para la mayor comprensión y, en esa línea evalúen la posibilidad de cambiar expresiones del currículo que llevan a la confusión, o en su efecto hacerlas más explícitas, caso contrario sectores interesados (si es que los hay) lo seguirán utilizando para la confrontación.