Las acciones delincuenciales van en aumento en nuestra ciudad y en toda la región Loreto. Además de los actos delictivos en el marco de la corruptela que inunda la administración pública, la delincuencia callejera hace de las suyas.
Es como si se hubieran marcado territorios: los de escritorios, los de las calles, los piratas de ríos, en los terrenos y otros espacios donde se comenten delitos. Hay mucho trabajo para los operadores de justicia, pero antes la labor fuerte es para la policía.
Son a estos últimos operadores de justicia a los que la ciudadanía llama cuando se dan los delitos callejeros que son los más impactantes, porque se cometen ante la mirada pública. Es por ello que el clamor por mayor seguridad está en boca de todos y todas.
En lo que respecta a las calles, a los arrebatadores de celulares, de carteras, de mochilas, se han sumado una modalidad muy temible, porque no sabemos hasta qué niveles se puede extender. Nos referimos a los sicarios.
Cuánto cuesta la vida de una persona?, al margen de la motivación de la acción violenta para acabar con la vida de una persona. Puede ser 100 soles, 500 soles y cualquier otra suma dependiendo de la economía de quien la encargue. Ya hay varios casos en Iquitos y es materia de gran preocupación.
En este tema la Policía debe haber evaluado la situación actual de la ciudad. Pero, lo que preocupa es el resultado de las investigaciones policiales que no muestra mayores resultados y más tenemos abundantes datos sobre venta de ketes de droga sea PBC o de marihuana.
Cuando la vida tiene precio, cuando todos estamos a la expensa, cuando la seguridad se queda en un clamor, cuando el temor nos puede capturar a todos; es cuando se corre el enorme riesgo de convertirnos en un infierno rodeado de un paraíso. Tenemos que reaccionar más rápido, para que la ciudad recobre tranquilidad.
Clamor por seguridad
