Ciudadanía y sociedad civil.

Llegados ya a la edad de discernir nuestros derechos y obligaciones para con el país, según Participación Ciudadana,  podemos afirmar que el cumplimiento de tales  reglas es el muestrario de nuestra confianza en las normas que imponen las leyes del país. Esto hace que todos integremos una gran familia en la cual, según la ley, todos somos iguales y tenemos los mismos derechos y obligaciones.

Dadas tales condiciones, muchos de nosotros dentro dicha sociedad formamos parte de diversas instituciones sociales, deportivas, vecinales, religiosas, etc. Dentro de las cuales todos actuamos bajo las mismas condiciones que la totalidad de socios, incluidos los elegidos para marcar  el rumbo  que perfilen tales instituciones.

Desde hace poco en el ámbito ciudadano, hemos escuchado con frecuencia, nombres como sociedad civil o instituciones de la sociedad civil que no son grupos de personas o instituciones alejados de nosotros y nuestra realidad cotidiana, en cuyo desarrollo no teníamos  nada que ver; y eso no es cierto, pues todo sector de la población que no forma parte del Estado ni de sus instituciones, pues la sociedad civil es aquella que se ve afectada por las acciones que realiza el gobierno

En otra aclaración, podemos decir  que sociedad civil es un conjunto de organismos e instituciones sociales que buscan participar en la construcción del destino nacional, pero sin perseguir directamente participar en el ejercicio de los poderes públicos del Estado o integrar uno de  ellos. Recordemos que desde la sociedad civil, impulsamos decididamente los cambios y muchas de las acciones que permitieron la transición de una dictadura solapada hacia el proceso de instauración de la democracia en el país.

Ahora, si bien es cierto que los partidos políticos y en general toda forma de organización política constituida legalmente en el Perú en pos del poder, existen y se nutren de la participación ciudadana en el ejercicio  de sus derechos políticos en términos adherentes, simpatizantes o militantes, formando sus bases y dirigencias, dejan de ser sociedad civil.

Por lo tanto la sociedad civil, los  ciudadanos organizados, deben tomar en cuenta que los partidos políticos también deben ser objeto de observación y seguimiento en sus propuestas institucionales y conducta  de sus  líderes, como una forma de prevenir al momento de decidir libremente su opción política.