“Charlie, Charlie…”

– Un nuevo juego con lápices, causa preocupación en las escuelas de Iquitos:charlie

Po: Adolfo Ramírez del Aguila
arda1982@yahoo.es

El nuevo juego de moda que la juventud estudiosa ha copiado de internet, se llama «Charlie, Charlie». Las aulas de casi todos los colegios de Iquitos, especialmente en aquellas aulas que no tienen profesor, debido al cese intempestivo que han decretado las autoridades educativas de nuestra región, son invadidas por esta nueva tendencia que dicta el ciberespacio. Los padres y maestros no saben qué hacer y son los primeros en asustarse ante este nuevo juego aparentemente inofensivo que empieza a causar polémica social y educativa. Los estudiantes juegan más por curiosidad que por una adoración a satanás, en la cual, invocan al espíritu de un ya fallecido conocido como Charlie para hacerle preguntas de diversa índole, como si se se tratara de un profesor reemplazante de los cesados últimamente.
Sobre una hoja de papel de cuaderno en blanco, señalado y dividido en cuatro cuadrantes con las palabras sí-sí y no-no en diagonal, se colocan dos lápices negros superpuestos en forma de cruz; en un ambiente de silencio por parte de los participantes, uno de ellos, el que dirige el juego, pregunta: «Charlie, Charlie ¿estás aquí?» y si el supuesto espíritu invocado está de verdad, el lápiz se moverá girando para señalar el «sí». Con la señal de esta presencia, los estudiantes bombardean con una serie de preguntas de su interés para obtener una respuesta positiva o negativa. Por ejemplo: «Charlie, voy aprobar todos mis cursos en este primer bimestre?» o esta otra: «Charlie, ¿mi enamorada me es fiel?» «¿Llegaremos algún día al mundial de futbol?», entre otras. Y el lápiz se mueve contestando afirmativa o negativamente a todas las preguntas.
Este tipo de juego no es ninguna novedad; cada generación ha tenido su respectivo acertijo. En mi época por ejemplo, mis compañeros de colegio jugaban  en un cuarto oscuro o en el cementerio, la famosa «Ouija». En épocas más recientes, «Miguelito Miguelón», «María sangrienta» entre otros menos conocidos. Y ahora, las nuevas generaciones tienen lo suyo: «Charlie, Charlie». Este juego inventado hace algunos años, por estudiantes mexicanos aburridos en horas libres (porque el profesor faltaba mucho), es la novedad del momento. La facilidad de la comunicación vía internet, ha hecho que esta creación del ocio llegue a nuestros estudiantes loretanos y por supuesto a escolares del mundo entero; en tiempo record, se ha convertido en un incontrolable viral. Se habla también que este juego es una gran propaganda a la nueva versión de la película «La Horca» que se estrenará proximamente.
Mis alumnos, nativos digitales, de la Institución Educativa donde laboro, me pusieron al tanto de este nuevo juego, teniendo en cuenta que soy migrante digital. Ni bien entré al salón, me comentaron del ya famoso Charlie; y como soy docente de Educación Religiosa, me preguntaron si esta moda era un juego diabólico. Para no prejuzgar la realidad sin haberla verificado científicamente (ese es el nivel de la escuela que queremos) les pedí que bajo mi acompañamiento, hicieran una demostración del famoso acertijo. Uno de ellos, tenía ya la hoja preparada con el diseño que manda el juego; ubicó sus dos lápices, y pidió a los demás compañeros que hicieran silencio. Invocó el nombre del espíritu, he hizo la primera pregunta de rigor: «Charlie, Charlie ¿estás aquí?» y efectivamente, el lápiz sobrepuesto, se movió en dirección al «sí». Cuando se movió el lápiz, algunas alumnas empezaron a tener miedo, pero mi presencia les dio seguridad y no sucedió la famosa psicosis colectiva, que ya se han dado en otras escuelas de Iquitos (Ver los diarios regionales de estos últimos días).
El que dirigió el juego, hizo muchas preguntas más y el lápiz no se movió. Ante la desesperación de que Charlie no correspondía al juego, algunos alumnos inquietos que participaban en la sesión, empezaron a soplar para que se moviera el lápiz. Descubierto la manipulación, discutimos la posibilidad de que se trate de un simple juego que no tiene nada de paranormal o demoniaco.  Aproveché para decirles que en este gran espacio que rodea a nuestro planeta, hay muchas fuerzas gravitacionales, ondas electromagnéticas o simplemente suaves vientos naturales o provocados, que hacen que el lápiz se mueva al azahar de un lado al otro.
Aproveché didácticamente para hablarles de Dios como verdadera energía positiva, Espíritu vivificador que mueve el mundo, al cual sí  necesitamos invocarlo para construir un planeta lleno de amor, paz y justicia. Les dije también, que esta moda pasará como las demás, y que las hojas de los cuadernos y los lápices, tendrán que volver a utilizarse no para invocar espíritus inexistentes, sino,  para pedir a Dios que haga el milagro de una educación de calidad, con profesores mejores, que trabajen con más ganas en nuestra región. Les dije con honestidad, que este juego podría ser parte de un psicosocial para distraer nuestra atención de los verdaderos problemas que aquejan a nuestra sociedad. A los gobernantes de turno, les conviene tener ciudadanos distraídos en cosas vanales y no vigilantes de sus errores y horrores políticos.
Que esta nueva moda del «Charlie», ponga en alerta a los padres y maestros de nuestras escuelas, para tomar más en serio nuestro acompañamiento a nuestros adolescentes. El celular no es malo, el internet no es cosa del demonio, dependerá del tipo de uso que le queramos dar. Las redes sociales por ejemplo, deben ser utilizadas para fines más educativos, porque sino, efectivamente nuestros estudiantes, encontraran de todo en esa red, y será de nuestra entera responsabilidad que no sepan procesar la información. En esta era de las tecnologías educativas, estos instrumentos tienen que estar al servicio de la autorrealización integral de nuestros estudiantes y no de intereses comerciales, como es el caso de este nuevo juego, que más parece un tremendo comercial para una película de terror.
Que Dios nos acompañe a todos los maestros y maestras en esta hermosa tarea de la educación, un apostolado por cierto, que no es valorado por las autoridades del sector; prueba de ello, es la aplicación de leyes punitivas como el cese colectivo último que ha significa literalmente votar a la calle a miles de docentes en actividad. Los alumnos sin maestros, seguramente se pondrán a jugar el «Charlie, Charlie» para matar el tiempo valioso que están perdiendo en estos días de despidos masivos. El magisterio loretano y peruano, está a punto de levantarse en protestas por tanto maltrato. Jesús Maestro, ilumina a nuestras autoridades para dar solución inmediata a este abandono de las aulas. Amén.