Canje con el bosque

Una noticia sobre la condonación de la deuda de comunidades indígenas, a cambio de la conservación de sus bosques, es una noticia que se conoció tras la firma de la adenda 1 del Convenio de Cooperación Interinstitucional entre Aidesep y Osinfor. Este es un mecanismo de compensación de pago de multas impuestas por el organismo supervisor forestal.
Las comunidades deudoras ya están avisadas sobre la importancia de la conformación de la Directiva, para que cuando entre en vigencia se desarrollarán talleres dirigidos a fortalecer las capacidades de las organizaciones indígenas y de las veedurías forestales, para lograr una implementación adecuada en el manejo forestal y el desarrollo de planes de conservación de bosques comunales.
Tras este convenio se conoce que priorizarán las zonas donde existe mayor porcentaje de comunidades sancionadas con deuda por multas igual o mayor a 4 Unidades Impositivas Tributarias. Es por eso que este convenio que se acaba de firmar les beneficiará, sobre todo a aquellas comunidades que tienen ostentosas multas por mal manejo de sus recursos forestales.
Esta es una oportunidad para que las comunidades nativas puedan sanear sus deudas, por lo que el presidente de Aidesep, Henderson Rengifo Hualinga, se unió al llamado de que los jefes comunales busquen asesoramiento antes de firmar contratos con terceros.
Para la implementación de esta forma de pagar la deuda contenida con Osinfor, a cambio de conservación del bosque, se realizarán talleres de capacitación de acuerdo a los planes de conservación de los bosques comunales. Es como quien diría no hay mal que por bien no venga, puesto que así los habitantes de las comunidades indígenas inmersas en este tema podrán tener un mejor manejo de los recursos naturales que tienen en el ámbito de sus jurisdicciones comunales.
Y es que el tema de la conservación de los bosques debería extenderse a todas las comunidades indígenas y mestizas, aparte de este tema de deuda. Ello porque es bien conocido que la falta de conocimientos sobre los planes de manejo de los recursos naturales existentes en el bosque, muchas poblaciones estarían dando un mal uso que repercutirá en los próximos años en perjuicio de las generaciones venideras (hijos y nietos), de los comuneros que actualmente son los responsables de la administración de los recursos del bosque que los abriga.