Calidad de la educación universitaria

No es un secreto para nadie, saber que la educación universitaria adolece de ciertas deficiencias que deberían tomarse muy en serio para superar la calidad académica y así garantizar que el universitario obtenga su título con el honor de haber aprovechado al máximo los  conocimientos recibidos.
Sobre el particular, el Ministerio de Educación ha planteado la creación de una entidad que vele por la calidad de la enseñanza universitaria y de los institutos superiores, que sería el Consejo Peruano de Acreditación de la Educación Superior, lo que ha generado una controversia entre los entendidos en temas educativos, ya que, expresan, de lograr la mayoría en el Pleno del Congreso, el Sistema Nacional de Evaluación, Acreditación y Certificación de Calidad  Educativa, (Copaes) tendría que desaparecer.
Todo esto se origina con la creación de la nueva Ley Universitaria, que dispone la reorganización del Sineace.
El problema va desde la polarización de opiniones de doctos en la materia, hasta choques contra leyes que avalan el funcionamiento del Sineace a saber: Ley de Educación, Ley del Sineace y Ley universitaria, por lo que su presidenta ha puesto el grito en el cielo.
Muy aparte a este panorama, hay que pintar las cosas como se ve. No cerremos los ojos ante la realidad. Muchas son las universidades, especialmente particulares, que funcionan de forma precaria en lo que se refiere a la calidad de la educación que imparten, que hasta los mismos alumnos, conscientes de su realidad, no tienen reparo alguno en manifestar que a ellos solo les interesa el cartón y que después aprenderán mejor sus profesiones.
Muchos, se sostienen en base a un marketing con falsedades, como si no fuera de conocimiento público que no cuentan con un staff de primera ni con laboratorios de investigación o aprendizaje donde el alumno desarrolle su intelecto.
La educación superior tiene  que estar en constante superación, en permanente cambio de  tecnología que hoy, por el avance científico, se da a pasos agigantados y nadie se quiere quedar atrás si es que desea ser más.