Asaltos: pan del día

Hace algunos días, en esta misma tribuna, expresamos la realidad que vivimos en materia de seguridad ciudadana. Le dijimos al general de la policía que la delincuencia está día a día en aumento.

El viernes próximo pasado se registraron dos asaltos a mano armada, uno por el sector de San Juan Bautista y otro en pleno centro de la ciudad y eso es preocupante. Nadie está seguro en ninguna parte, porque donde menos se piensa está un miserable de esos apuntándole a uno con una pistola o un revólver en la sien.

Hay seguimiento, un reglaje que los delincuentes hacen a sus posibles víctimas. Saben todos sus movimientos y atacan en el momento preciso. En estos días, las instituciones educativas están en la mira, ya que es época de matrícula. Los empresarios de una u otra actividad están atemorizados, se sienten perseguidos por los facinerosos.

Ante este cuadro, se conoce que existe una inquietud que se está gestando entre ciertos empresarios, peligrosamente también, cual es la creación de un comando de aniquilamiento a todo aquel que robe motos, que asalte, que arranche  celulares y cometa cualquier otro delito, tomando así la justicia con sus manos. Eso es fruto de la desesperación, de la impotencia, del no saber a quién ya dirigirse para pedirle seguridad.

Así estamos. Desgraciadamente ya no somos el pueblito de antes. Ya somos ciudad, metrópoli, con un crecimiento inusitado, veloz y desordenado, caótico y fatal.