Apoyo a los albergues de menores

Al parecer, las instituciones encargadas de administrar los albergues de menores ya no se dan abasto para atender las necesidades de las niñas y los muchachos alojados en esos centros, adonde se les envía para hacerles ver lo equivocados que estuvieron al haber cometido faltas que lindan con el delito. En ese tratamiento es muy importante ofrecerles las más elementales comodidades para hacer más llevadero su encierro.

En ese sentido, el magistrado Aldo Atarama, presidente de la Corte Superior de Justicia de Loreto, se pregunta ¿qué esperan las autoridades para que de una vez por todas apuesten por las instituciones que buscan la resocialización de estos menores?. La respuesta aún se está esperando.

Mucho les falta a las autoridades para llegar a ser sensibles a los aspectos sociales del pueblo. Hay una increíble falta de solidaridad e identificación con el prójimo. Más vale una vereda o una pista que la vida de Pedro o Juan que construir el futuro de los jóvenes. Es más importante la foto con el presidente que atender el llamado de los enfermos que mueren por falta de una medicina. Para otros es mejor gastar en premiaciones que solo se alcanzan cuando se paga a los organizadores.

A nadie escapa conocer la gran cantidad de niños, niñas y jovencitos que viven en las calles formándose en la drogadicción y la delincuencia, que no tienen la suerte de haber sido rescatados aún y puestos en un albergue. ¿Los presupuestos públicos no están permitidos para realizar labor social? ¿Y si hay dinero para ello, se lo estará destinando a otras cosas, puesto que no llegan a las instituciones que lo necesitan?

¿Cuándo se pondrán de acuerdo quienes gobiernan este pueblo para poner en marcha un plan de rescate a estos muchachos que viven y duermen en las calles y plazas de Iquitos?

La ayuda a los centros existentes es urgente. Se nos está yendo de las manos una gran posibilidad de ayudarlos a ser ciudadanos de bien, con un oficio, con una ocupación decente que les permita sufragar sus necesidades personales y más tarde de sus familias. Hagamos hoy algo más por ellos, aunque eso no valga para la foto.