Al final de la Semana Santa

El sábado de gloria y el domingo de resurrección parecería con mucha simpleza el final de la celebración de la semana santa; pero no es así, puesto que su significado va más allá para quienes tenemos una explicación muy espiritual de dichas fechas: es vencer  a la muerte, nacer de nuevo, nacer en Cristo.

Visto así nos parece impropio para todo buen cristiano esperar el «Sábado de Gloria»  para explotar en unas supuestas algarabías y volver a las andanzas como si nada hubiera ocurrido en sus almas durante los días previos.

Es pertinente hacer examen por ser testigos de una lamentable interpretación de lo que debe significar «El sábado de gloria» y del Domingo de Resurrección.

Posiblemente aquella gente que estaba esperando el fin de Semana para seguir con la fiesta y los excesos mundanos, es la misma que durante jueves y viernes santo, no guardó con la unción que debe practicar todo católico.

Es aquella que de seguro maltrató la tradición religiosa de esta celebración: no fue a misa ni menos a los oficios religiosos del día de ayer. No le importo nada y contagio con su actitud talvez a otros fieles.

Para nosotros el sábado de Gloria y el Domingo de Resurrección será siempre motivo de un nuevo comportamiento y de una nueva visión de la vida. Hemos sido pecadores y morimos por el pecado, pero nacemos de nuevo en Cristo para seguir su ejemplo.