Agua… necesidad mundial

La necesidad de una política mundial sobre el agua es una realidad cada vez más evidente. La contaminación de ríos, lagos y aguas freáticas, la desertización o los conflictos entre agricultores por el suministro y consumo de agua son algunos de los factores que explican la creciente preocupación sobre el agua del planeta.

Sin embargo, no puede pasar inadvertido que alrededor de 15 millones de seres humanos mueren cada año ya sea por falta de agua o por enfermedades causadas por su mala calidad; más de 1.400 millones de personas no tienen acceso al agua potable.  El pronóstico de los expertos para el 2020 o 2025 es que esta cifra puede elevarse a más de 3.000 millones (de un total de 8.000 millones) que no tengan acceso a un elemento clave para la vida como es el agua.

No hay ninguna razón tecnológica, financiera, económica, cultural, política ni religiosa válida, por la que las sociedades humanas deberían permitir que el agua se convierta en una fuente creciente de conflictos, enfermedades, muerte, destrucción ecológica, degradación urbana y desavenencias sociales.

Hay que aunar esfuerzos para mantener la calidad de las aguas. Hay que empezar por conservar los ríos y lagos y reducir los vertidos tóxicos. Hay que ahorrar agua en casa y hay que aprovechar el agua de la lluvia. La humanidad tiene una asignatura pendiente con el agua.