A modo de reflexión y despedida

Por: Betty Silveria Huarcaya RamosJustice

De lo que parece como necesario para bien del país es, la exigencia para que los peruanos alcancemos la excelencia de la prosperidad y bienestar. Por lo demás, el Perú estará mejor ordenada, cuando más poderosa sea el raigambre en cada ciudadano del concepto de justicia individual y social. Ello será posible si logramos nuestro desarrollo industrial, basada en una economía moderna, mucho más diversificada y con mayor valor agregado. Desarrollo industrial inclusivo, amigo del medio ambiente haría de nuestra canasta exportadora más atractiva y de mayor contenido tecnológico. La revolución de la educación básica regular, universitaria y de los institutos tecnológicos es una exigencia de los peruanos porque nos haría más libre, pensantes y creativos. Los peruanos merecemos un lugar, un espacio, un trabajo remunerado digno, libertades creativas, igualdad de oportunidades y desaparezcan de la faz del suelo peruano todo derrotismo y angurrias del poder para de esa manera alcanzar, la excelencia de la decencia y la honradez. En tal contexto se hace necesario reformas fundamentales en el Poder Judicial, el Ministerio Público, la Policía Nacional, el CNM, entre otras instituciones para posibilitar una nación moderna y próspera.
Hoy como ciudadana libre puedo opinar sobre estos y otros temas con mayor libertad. A mis lectores puedo expresar mi gratitud por los elogios recibidos durante mi desempeño como Magistrada  Supernumeraria y a los usuarios por la celeridad procesal y las atenciones que se les brindó; sobre todo dejar un despacho operativo, con (01) un expediente para sentenciar y (04)  cuatro cuadernos; durante mi estadía en esta Región me identificado con ella y he asimilado sus inquietudes y problemas. Hoy tuve que renunciar, como en efecto, he renunciado. No obstante, guardo profundo agradecimiento con el personal administrativo que me acompañó en la noble tarea  de  la administración de justicia a nombre de La Nación; y a todos los trabajadores del Poder Judicial con los que he interactuado y trabajado de las diferentes áreas, gracias mil a todos. De igual forma, agradezco a mis alumnos del UCP de Deontología Profesional  y mis alumnos de Derecho del Niño y el Adolescente, al señor Decano del Colegio de Abogados Dr. Cabrera y al señor Rector de la Universidad Científica del Perú.  También agradezco al Diario La Región por haberme invitado a formar parte de sus colaboradores. Desde luego, que aspiro ocupar cargos de mayor responsabilidad y de trascendencia para los destinos del País y estoy segura de lograr estas aspiraciones. En un alto en mis quehaceres y a modo de un breve adiós volveremos con nuestras opiniones tan pronto las circunstancias así lo permitan.

Un comentario sobre “A modo de reflexión y despedida

  1. Muy bien doctora, sé de su probidad y fortaleza espiritual como persona, debe seguir adelante en sus labores profesionales por el bien de nuestra justicia y la buena imágen de los profesionales del Derecho.

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