Ambulantes de feria navideña amenazan tomar calle Próspero

• Son unas 400 personas que solicitan ocupar la vía pública
• Exigen un lugar fijo, pero, se recuerda que algo similar ocurrió con los ambulantes de la calle San Martín hace algunos años.

Se han reunido con funcionario de Maynas, pero, finalmente el diálogo se cortó y están esperando que algunos regidores convenzan a la autoridad municipal para que una vez más la feria navideña de fin de año se realice en los ambientes de la plaza 28 de Julio. Como no hay acuerdo, los ambulantes ocasionales amenazan con tomar la calle Próspero. Esto se convierte así en un peligro público, en contra de los ciudadanos y ciudadanas que tienen el derecho de acudir a la zona comercial de la ciudad en tranquilidad.

Es más o menos el resumen de este caso que año tras año perturba a la ciudadanía. Se contraponen derechos y obligaciones de unos y otros. Y los que quedan en el centro de este asunto se preguntan y qué obligación tiene la autoridad de crear un espacio para venta informal, si bien las personas desocupadas tienen derecho a tener un espacio para generar sus ingresos, si no se dieran las condiciones, ¿tienen derecho a exigir bajo amenaza de tomar la vía pública ?

Uno de los dirigentes ha dicho ayer, «aunque sea a la fuerza vamos a volver a Próspero, es un problema de ella (Alcaldesa), está provocando todo esto. La promesa era estar en esta plaza hasta tener un lugar fijo».

Quizás en esa promesa hubo un apresuramiento, recordemos el caso de los ambulantes de la segunda cuadra de la calle San Martín, quienes finalmente fueron ubicados en el sector de Sachachorro, y se escuchaban los mismos argumentos «que nadie va ir a comprar en ese lugar apartado del centro», el tiempo no les dio la razón, ese lugar es un referente para locales y turistas. Sin embargo, en la actualidad se ven otras caras en los stands presumiéndose que los ambulantes que exigieron aquel entonces un lugar, vendieron sus espacios. Y nos quitaron la alameda «Sachachorro» y su proyección turística.

Así, tenemos una sensación de debilidad de nuestras autoridades de turno para la administración de la ciudad amparados en las leyes y los reglamentos que regulan el vivir en una zona urbanizada, el principio de autoridad no existe, y están sujetas a las amenazas de un grupo de personas, 400 aproximadamente en este caso, de los 500,000 habitantes que tiene esta ciudad y que también tienen derechos, como las condiciones de tranquilidad que deben garantizar las autoridades. (D.López)