– «Si el fin justifica los medios, el lobby es un medio que se justifica»
Por: Luis Roldán Ríos Córdova rioscordova2010@hotmail.com
Unos dicen que la ferrovía debe ir por Andoas, otros dicen, no, tiene que ir directo a Yurimaguas; así como algunos opinan que es mejor carretera y no tren porque la carretera conecta a todos en su recorrido, dicen. Pero no está faltando quienes señalan que ni uno ni otro, ni tren ni carretera, ambos destruyen el ecosistema, opinan, como que las vías tuvieran la culpa y no la descontrolada ambición humana y un Estado que no se hace respetar.
Por último, otros dicen que no debe hacerse por ningún lado porque es muy difícil, es oneroso y el costo- beneficio no justifica. ¡Hombre! Esta discusión he escuchado desde mi niñez cada vez que hablaban del proyecto tren, y vaya que hablar de cuando yo era niño ya es algo serio. ¿Nuevamente vamos a revolcarnos cien años más en la misma discusión?
Se dice que sólo beneficiará a Iquitos. Ya pues, ¿Por eso no hay que hacerlo? O sea, ¿Ni para ti ni para mí, tendrían que decirle a Iquitos: Requena, Contamana o San Lorenzo?
Lo importante es derribar el proyecto, ¿verdad? Eso es todo lo que importa.
¿No importa volver a postergar otro siglo más la necesidad de comunicación terrestre de los iquiteños sólo porque no es tuyo el proyecto? Evidentemente no es una oposición al tren, sino, a quien lo promueve, ¿verdad? tal cual ocurre con el alcantarillado.
Puede que el proyecto tenga observaciones que hacerle, nunca todos los proyectos es del agrado de todos, siempre habrá inconformes; siempre habrá perjudicados, pero, no nos agarremos de eso para tumbarla y hacerla fracasar como claramente se nota es la intención de los «ángeles salvadores de los intereses económicos del pueblo». Yo creo que debe hacerse a como dé lugar. Es improrrogable.
Sin prestarnos al cálculo político de la peor manera, todas las organizaciones civiles debemos enarbolarlo como bandera, tratando de llevar adelante las justas aspiraciones de los loretanos, de los iquiteños, es decir, de nosotros mismos, cuidando de que las «deslumbrantes» propuestas que al parecer sólo pretenden que todo quede en nada lo lleven a ser nuevamente sólo una aspiración que nunca se resuelve; así, dentro de cien años volveremos a enfrentarnos entre los que quieren carretera, los que quieren tren y los que no quieren ni uno ni otro, es decir, arguyendo lo mismo de siempre. Por si acaso no es la primera vez que ocurre. Ayudados por algunos loretanos el proyectado tren puede quebrar satisfaciendo mezquinos intereses del centralismo pese a ser quien aparenta apoyarla. No nos confiemos, para mí, Dessau se ha ido por eso. El Perú no quiere ni tren ni carretera, aislados y pobres somos más disponibles.
«VÍA ES VIDA», DICE UN VIEJO PENSAMIENTO ROMANO.
No nos encerremos en el viejo cuento de que tenemos carreteras naturales que son nuestros ríos, no. ¿Por qué los limeños han construido la panamericana si en todo el litoral tienen el mar? Ya pues, no hagamos el papel de tontos útiles.
El gobierno chino ha decidido construir el puente más largo del mundo sobre el mar (42 kilómetros) sin que todas las instituciones chinas hayan tenido que vivir discutiéndolo por años. Dinero y tecnología hay, lo que falta es la voluntad política de Lima para avalar esta obra que la tenemos que arrancar al centralismo si o si, por el bien de todos, ricos y pobres. Este proyecto debe caminar. Busquemos formas de conseguirlo porque nos conviene, tenemos que entender que no siempre vamos a estar atentos a lo que sólo conviene a los intereses nacionales, Trujillo, Tacna, Arequipa, también ya debemos pensar en nosotros como región. El tren es una visión de futuro para nuestra competitividad.
¿Primero hay que producir? No. Esa es mentalidad colonial a quien sólo interesaban los minerales, no el pueblo minero. ¿Quién cuernos va a invertir si no tenemos conexión terrestre hacia los grandes centros de consumo? ¿O sólo aspiramos invertir en discotecas como futuro de oportunidades para nuestros hijos? Ya tenemos que proyectarnos.
¿Europa después de desarrollarse recién ha hecho sus pistas, autopistas, vías férreas que se cruzan como telarañas? ¿Las vías terrestres entre los estados de Norteamérica han esperado industrializarse primero? No lo creo. En todo caso, inevitablemente uno genera lo otro.
Aunque sea por única vez, hagamos realidad éste proyecto del tren desde el punto de vista de los intereses de Iquitos y Loreto, ¡Qué nos importa si lo hace Desposorio Mucushua o el príncipe de Asturias!…Nada sería más negativo que impedir la construcción de esta vía férrea por pelearnos entre nosotros. Así sólo demostramos capacidad de autodestrucción.
Tal vez mi ignorancia se atreva preferir ferrocarril, pero al mismo tiempo el sentido común obliga a exigirlo porque hay suficiente tecnología. En los países desarrollados no se han dejado de hacer carreteras porque hay tren, menos debemos dejar el tren porque tenemos ríos. Si por ahora no es rentable, pues caramba, la fluidez de la comunicación terrestre con la sierra y la costa lo harán rentable más temprano que tarde, una vía que nos comunique hasta la costa automáticamente abrirá la capacidad creativa de los inversionistas para crear empresas. Aislados nos sentiremos impotentes ante el avance ajeno.
¿Es alentador vivir permanentemente al abrigo de misericordiosas exoneraciones tributarias? Esto no acaba la pobreza, esto solo lo perenniza. ¿Eso queremos?
Se dice también que éste proyecto va a liquidar el apoyo social hacia los más pobres de Loreto, ¿Acaso es responsabilidad sólo del Canon petrolero de Loreto? ¿Dónde queda la responsabilidad del Gobierno Central por los pobres del Perú, incluido Loreto?
Se habla de imposición por parte del Gobierno Regional. No. Además de ser de su conocimiento, la población lo desea desde hace mucho tiempo.
¿Cómo es que antes de que se terminen los estudios, los opositores ya afirman que el tren no es rentable, no servirá? El caso es parecido a los críticos del alcantarillado.
¡Cuidado! Para el imperialismo limeño, mejor, ni tren ni carretera. Un Loreto pobre es más vulnerable para el saqueo. El saqueo histórico de Loreto, nuestra economía que va quedándose a pasos preocupantes no es una proyección alentadora.
Espero que el Presidente Humala, sea el primero que nos trate con respeto, nos incluya económicamente y se digne invertir en Loreto como muestra de que para eso también somos peruanos, de lo contrario, será un gobierno más en nuestra rica experiencia del ninguneo histórico, de la postergación. ¡Basta! ¡El tren a como dé lugar! «Si el fin justifica los medios, el lobby es un medio que se justifica»
