¿Inseguridad ciudadana?

En todas partes del mundo existe, mucho más en los países desarrollados o con carga delincuencial debido a inmensas fortunas provenientes de ilícitos negocios. Los países sub desarrollados, no se quedan atrás debido a que sobre sus hombros cargan el hambre voraz de sociedades que no brindan oportunidades de desarrollo a generaciones que, de una u otra forma, se  columpian entre el vivir y la sobrevivencia.

 

 

Iquitos ya no se queda fuera del círculo de inseguridad ciudadana, hace tiempo que dejó de ser el paraíso amazónico que, incluso, algunos terroristas (década del 80) escogían para descansar o planificar las fatales estrategias de ataque a otras zonas del Perú. Iquitos hoy más que nunca tiene importancia mundial debido a su exuberancia amazónica, a su inconmensurable verdor y su aire puro. Eso hace que muchos volteen los ojos hacia él, queriendo invertir (por las buenas y en otros casos por las malas) para conseguir más desarrollo. Mas como en todo entorno siempre al lado de lo hermoso, aparece lo truculento que de no accionarse vuelve vulnerable dicho entorno.

 

 

Y eso es la inseguridad ciudadana que también registra Iquitos, claro que sí. Hace poco nomás robaron en una conocida agencia bancaria, faltando aún por escucharse noticias de asaltos a motonaves, a los que salen de fiestas, a centros comerciales, a los casos de hurtos agravados y otros que se registran en la calle a vista y paciencia de todos. La policía hace esfuerzos, la inteligencia policial igual, más no es suficiente. A ello se agregan los Comités de Securidad Ciudadana tanto de la provincia, como de la región.

 

En la provincia la comanda el Secretario Técnico Víctor Pérez y en la región el conocido Cmdte. PNP Alfonso Beraún; sin embargo, en esta época donde todos deben estar graníticamente soldados como un solo cuerpo que brinde la coraza de seguridad a la provincia, por donde no pueda filtrarse ni un solo caso que arriesgue la vida de los ciudadanos o sus bienes, ambos Comités de Seguridad, están distanciados y esa es la peor tragedia que le puede pasar a un departamento peruano.

 

Lo mínimo que deberían expresar esos comités a la ciudadanía, en estas épocas sobre todo, sería el mensaje de unión indisoluble entre ambos, señalando que están dispuestos a poner todo su celo por cuidar precisamente a todos los que de una u otra forma, son el sustento de sus actividades, son el motor y motivo de su existencia, pues de lo contrario no habrían sido colocados en sus puestos para que junto a la policía nacional, rearmen la seguridad, se rearmen (en todo el sentido de la palabra) contra la delincuencia, que debe ser el único enemigo al que se tiene que derribar o por lo menos mantener a raya. Ambos deben reflexionar.