¿Feliz Navidad?

Todos en  el mundo cristiano atribuyen el 25 de Diciembre, como fecha que anuncia también la casi finalización del año presente. Se supone que esa fecha que hace 2010 años nos trajo al Salvador del mundo que creía en la unión de todos los hombres, debe celebrarse precisamente enunciando las ya tradicionales palabras ¡FELIZ NAVIDAD…!;

Sin embargo, desde que se acuñó dicho término hasta nuestros días, la citada frase ya ha sufrido un deterioro constante, a tal extremo que si la pronunciamos, la hacemos nada más para seguir  un rito tradicional, antes que una debida obediencia a los impulsos naturales impregnados de un verdadero deseo de felicidad.

No es que pretendamos, con esto, manifestar que nuestro mundo actual, sobre todo nuestra sociedad peruana está deshumanizada debido a erosiones en su estructura familiar o amical, sino que los sucesos y hechos que han convulsionado a nuestro país, nos permiten señalar que esa FELIZ NAVIDAD ya no puede ser pronunciado como un enunciado propicio de una sociedad a la  que cada día vemos disminuida su capacidad de ser feliz, debido a ciertas sombras que, aparte de distanciar a los hombres de nuestros pueblos, también los vuelve resentidos hacia las formas de ciertos gobiernos que en  momentos cruciales para el país,  desarrollaron  una estructura gubernamental donde se volvió  una suerte de «religión» masacrar al pueblo peruano en su economía, para poder pagar a los patrones del mundo desarrollado que exigen los resultados positivos de su inversión en los que bien podrían denominar sus fundos particulares materializados en los países dizque en proceso de desarrollo.

Nuestros recuerdos infantiles y hasta juveniles nos llevan a rememorar con fruición casi sibarítica, la mesa servida con todas las golosinas y platillos propios de una FELIZ NAVIDAD, los regalos de parientes y amigos y sobre todo los de los padres que llenaban nuestras fantasías infantiles y pese a los gastos que dichos banquetes significaban, todavía queda para una celebración del año venidero aunque este se presentará sin ese matiz lisonjero que nos mostraba los anuncios y promesas de las fiestas propias de estas celebraciones. De todas maneras sigamps diciendo FELIZ NAVIDAD.